La semana posterior a las elecciones tuvo reuniones hasta la madrugada, alianzas e internas tanto en la oposición como en Unión por la Patria. Restan poco más de 20 días para la segunda vuelta que definirá al próximo Presidente.
28 de octubre 2023, 05:43hs
La implosión de Juntos por el Cambio y del PRO en particular es apenas un ruido en una trama que recién empieza. Están sonando todo tipo de alarmas en La Libertad Avanza después del pacto Macri-Milei y hay una carrera descontrolada en el oficialismo por traccionar opositores a sus filas.
Desmembrarlos aún más mientras dentro de Unión por la Patria algunos crujidos no se escuchan por la euforia triunfalista. Pero se sabe que, agazapada, crece la tensión massismo-kirchnerismo al ritmo de la expectativa de un triunfo como una opción posible.
Una historia sin final
Esta es una historia todavía sin final que se verá con claridad a lo largo de las tres semanas que restan hasta el balotaje. Hasta saber finalmente quién presidirá la Argentina.
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Cuatro días antes de las elecciones, el miércoles 18, sucedió un contacto a través de intermediarios entre Sergio Massa y Mauricio Macri. El candidato de UP quiso hacerle llegar un mensaje al expresidente. Envalentonado con un posible balotaje, Massa buscaba apagar los fantasmas, quitar rencores, calmar su desconfianza. Fue un llamado que no debió existir salvo para confirmar que ese vínculo es irreparable.
No es fácil sintetizar la historia entre ellos, pero para poner algún hito, aquel inicio de mandato de Macri recibiendo a Massa en su despacho al día siguiente de asumir en 2015, y teniéndolo como invitado estrella al viaje iniciático al foro de Davos, terminó en enchastre.
Las consecuencias se vieron desde entonces, pero el expresidente refrescó la memoria de lo que piensa sobre el candidato de UP hace pocas semanas en Somos Buenos, por TN: “Massa tiene una gran habilidad para el mal”. Macri dijo: “Enroscó a medio gobierno nuestro; los tenía a todos enloquecidos”.
La alianza Macri-Milei vs Massa es el capítulo final de este interminable año electoral. Ahora, tan poco tiempo después del resultado sorpresivo del domingo, ese vínculo antagónico, irreconciliable, configura una guerra cuya resolución podría moldear el destino político de la Argentina.
¿Sergio Massa puede meter preso a Mauricio Macri?
Personas de extrema confianza del expresidente, que conversaron con él esta semana, lo escucharon decir que cree que Massa es capaz de meterlo preso. Al igual que Cristina, Macri sufre los cambios políticos con agenda propia. No estaba en ninguno de sus planes que el peronismo tuviera chances reales de continuar en el poder. Mucho menos que ganara por siete puntos.
En las primeras horas de la tarde del domingo, antes de las mesas testigo y los números oficiales, pero con una circulación altísima de rumores sobre un triunfo de Massa, él creía que se trataba de una operación. El resultado se vio en su cara arriba del escenario en el que habló Patricia Bullrich.
Desde entonces, todo se aceleró. El lunes a la tarde recibió a Bullrich en su casa de Martínez, ella jura a su alrededor que llegó con la decisión tomada de apoyar al libertario. “Hice mi tesis de doctorado en Ciencia Política sobre cómo funciona el peronismo cuando es hegemónico: no te lo sacás más de encima. Divide a los partidos, los deja frágiles, se perpetúa en el poder. Massa es como Néstor. Yo ya vi cómo saltaban los radicales con los K y los de la Coalición Cívica”, se justifica.
El enojo de Patricia Bullrich
Hubo un episodio político y personal más influyente sobre los enojos de la excandidata. Fue cuando en la sede, antes del momento del discurso, Larreta le pidió que fuera a una oficina a solas con Gerardo Morales y Martín Lousteau. En esa sala, le pidieron que expresara neutralidad. A ella, no le gustó el tono. Ya se sabe que Morales bajó rápidamente del escenario después de escuchar el discurso final, que no fue de apoyo a Milei pero estuvo lejos de ser neutral.
La ruptura política se precipitó cuando el martes a la mañana Santoro se bajó de la segunda vuelta en la Ciudad. Buenos Aires estaba garantizada. Lo que siguió lo comandó Macri en su totalidad.
Todos los detalles de la cumbre Macri-Milei-Bullrich
No hubo cena, ni bocaditos, ni nada. El martes a la noche, Milei y su hermana Karina se levantaron intempestivamente de una reunión de la mesa política de LLA en el Hotel Libertador -que quedó como sede de trabajo después de las elecciones- sin decirle a su círculo chico que iban a la casa del expresidente. Los dos estaban bien vestidos y se los notaba excitados.
Patricia llegó más de media hora después. Se sentaron en el living. Patricia al lado de Mauricio. El expresidente en el sillón individual más grande. Milei, enfrente, en uno más modesto. Karina, en el sofá grande. Primero, ellos solos, después irían llegando más.
Ritondo jura que recibió el mensaje de Macri a las 22.30 para que fuera urgente a su casa sin decir por qué. Al llegar, entendió todo. Lo mismo Santilli, Guillermo Francos y, al final, Santiago Caputo, el amigo y consultor estrella de Milei que conocía a Patricia a través de Derek Hampton. Estaba, obviamente, Fernando De Andreis, de máxima confianza de Macri. Los últimos en salir se fueron a la una de la mañana.
El compromiso del secreto era total y así se cumplió porque a la mañana siguiente los principales integrantes del PRO -Larreta, Vidal, Jorge Macri, Grindetti- recibieron mensajes pidiendo que se acercaran a la casa de Bullrich.
Si todavía no recibís el análisis de Luciana Geuna en tu email,
suscribite acáElla los recibió con medialunas y budines sobre la mesa del comedor. Casi todos llegaron llenos de rumores sin ninguna información. Algunos se sorprendieron cuando el propio Mauricio Macri entró a la casa de Patricia.
A Jorge Macri, le sonó el WhatsApp. Eran las 10 de la mañana del miércoles. ”Che, acá un periodista me pregunta si es cierto lo de la reunión de ustedes con Milei”, miró a Patricia el primo del expresidente. La conferencia de prensa de Bullrich y Petri anunciando el acuerdo ya estaba convocada. Hubo un intento, en ese desayuno tenso, de lograr el apoyo de la mesa chica del PRO para el anuncio.
El anuncio formal del acuerdo Macri-Milei
Lo que siguió se sabe: estalló la principal alianza opositora del país. Ahora vendrán diferentes formas de apoyo. Ya lo hizo Grindetti, le siguió Ritondo que quedó en una posición especial para el win-win. Su consolidación del lado de Bullrich le hacía ilusión de presidir la cámara de Diputados. Su apoyo a Milei lo pone de nuevo en el juego si llega a ser Presidente y genera otro problema instantáneo en JxC: ¿Ccántos diputados se lleva si todo se rompe?
El acuerdo todavía no tiene un intercambio detallado. Sumarán fiscalización y apariciones en medios como la ronda que empezó Macri por radio y seguirá el domingo. El objetivo es ganar. Villarruel sabe que perderá su influencia en el ministerio de Seguridad y hay un desorden total dentro del espacio libertario.
La interna de La Libertad Avanza
“Yo no controlo a Patricia. Mucho menos a Macri”, le respondió Javier Milei a uno de los integrantes de la mesa política que se preguntaba en voz alta cómo había hecho el acuerdo sin hablar antes con ellos, sin definir con precisión cómo y cuándo se haría el anuncio.
A esa hora, todavía no habían empezado los problemas serios. Después del domingo, Karina Milei y Guillermo Francos quedaron como administradores del nuevo chat “la mesa política”, que tiene como objetivo ordenar la comunicación y la organización de lo que sigue. Ahí dentro, opinan Victoria Villarruel, Ramiro Marra, Sebastián Pareja, Carolina Píparo y un puñado más de dirigentes libertarios.
El jueves amanecieron con el plantazo de Luis Barrionuevo, el sindicalista que ahora los acusó a ellos de casta. Hay más historia detrás de esa ruptura. A la tarde, todo se complicó: 8 diputados y 3 senadores provinciales se juntaron en el estudio de Fernando Rozas coordinados por Fabián Luaysa, un exfuncionario de Kicillof que se pasó a los libertarios.
La reunión se mudó al hotel Madero, Carolina Píparo los vio de casualidad. Detectó conspiración. Estaban escribiendo un comunicado en rechazo al pacto Macri-Milei. La tarde se puso insoportable en LLA. Tenían que frenar esa movida y una presión fuerte de Karina Milei y el armador Carlos Kikuchi la desactivó. Nadie espera que esa paz dure.
Mientras tanto, en el mundo Massa…
En el universo de Sergio Massa, están sucediendo movimientos de manera vertiginosa. Reuniones hasta la madrugada cruzando puentes partidarios, buscando aliados que permitan construir la idea de convocatoria, alineación completa del peronismo.
Sobran días para contar anécdotas del domingo a la noche, cuando en la euforia de los resultados, algunos recuerdan el ingreso de Máximo a la oficina de Massa en el segundo piso de la sede de UP en el complejo C, diciendo: “Estos votos te los conseguimos nosotros”.
Bonus track: hay finde largo
La Cámara Electoral le pidió al Gobierno que corra el finde largo de noviembre para no estimular la abstención en el balotaje. Le respondieron que no se puede porque está aprobado por ley.
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La discusión sobre qué hacer fue más política que institucional en Unión por la Patria. Están convencidos de que esta vuelta los beneficiaría el ausentismo. Hasta tienen estudios que afirman que los votantes de Juntos por el Cambio son los que más pueden aprovechar los días libres para irse y, por lo tanto, no votar.
Hay otro dato político: en 2015, CFK corrió este mismo feriado por la segunda vuelta de Scioli con Macri. En el massismo, no sin ironía, dicen que ellos sí “van a cuidar la institucionalidad”