La recta final de Javier Milei y su equipo hacia el balotaje fue muy errática. El impacto del alto perfil de Mauricio Macri y el oportunismo de Sergio Massa para capitalizar los deslices.
02 de noviembre 2023, 22:30hs
Faltan apenas nueve días para el debate presidencial, quince para la segunda vuelta y la campaña de Javier Milei luce caótica, desordenada y plagada de errores no forzados. Todo lo opuesto a la estrategia de Sergio Massa, que hasta parece capaz de ocultar el peronismo bajo la alfombra de la moderación.
La estrategia del libertario plantea tantas incertidumbres como su propia personalidad. Por eso, uno de los ejes de Massa como lo es la previsibilidad, aún en un contexto de grave crisis económica, se vuelve aceptable.
Para empezar, en los últimos diez días todas las principales figuras de La Libertad Avanza y sus aliados cometieron graves errores. Después de aquel ya lejano exabrupto de Milei de que había que retirar los depósitos bancarios, hubo muchos más. Por ejemplo, Patricia Bullrich expresó su deseo de que explote todo antes del 19.
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Además, un grupo de legisladores libertarios amenazaron con retirarle a su líder el apoyo, aunque luego la mitad de ellos se desdijo. Diana Mondino, una respetada economista, mostró su inmadurez política cuando, innecesariamente, elogió el libre mercado de órganos. Uno de los consejeros de cabecera, Juan Nápoli, publicó un tuit que enseguida borró, acusando a una joven de ser un servicio de inteligencia -¿una nueva Sofia Clérici?- y calificándola de prostituta.
Y, como si faltaran deslices, MIlei compartió en X (ex Twitter) una publicación donde se atribuye a Juan Schiaretti haber dicho que apoyaba a LLA para el balotaje. “Milei, más que una curva, se comió un fake”, dicen cerca del gobernador cordobés. Si el líder libertario decidió sólo hacer apariciones esporádicas para no cometer él mismo errores y sólo habilitó a hablar a cuatro voceros, no logró su objetivo en absoluto.
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El único referente de Milei que no comete errores es un político tradicional y muy curtido, Guillermo Francos, que inclusive se diferenció de sus compañeros de ruta y elogió a Raúl Alfonsín. En la semana en que se cumplieron 40 años del regreso de la democracia, Milei y los suyos no advirtieron que Alfonsín puede tener una mala nota por su gestión económica, pero merece pasar a la historia como el dirigente político que atravesó exitosamente los primeros años de una democracia que comenzaba a caminar.
¨Hay mucho amateurismo y muchos librepensadores que no tienen cintura política. Es una fuerza nueva, con integrantes que están muy verdes y cometen errores inexcusables. Por ahora, no me preocupa tanto porque las encuestas serias nos muestran como ganadores y por mucha ventaja. Pero hay problemas serios de campaña”, confiesa un hombre muy cercano a Milei.
Macri ayuda pero desperfila a MIlei
Por otra parte, ¿quién es el candidato? ¿Javier Milei o Mauricio Macri? La proximidad del expresidente al libertario le otorga una condición de la que el líder de la Libertad Avanza carece: certidumbre. Además, lo puede contagiar de una impronta más centrista, más alejada de la de derecha.
Sin embargo, los equipos de ambos dirigentes habían acordado que Macri, después de acercarle a Patricia Bullrich a Milei, haría una rueda por los medios para después bajar el perfil. No es eso lo que ocurrió. El viernes de la semana última, Macri levantó su imagen y, desde entonces, pasó por varios canales de televisión, radios, portales periodísticos e incluso conferencias. Siempre con el mismo discurso: “Massa es un oportunista, mafioso y ya sabemos lo que traerá aparejado, mientras que Milei propone el cambio y es lo nuevo por conocer”.
En otras palabras, Macri, mientras pide el voto para el libertario, despliega un fuerte antikirchnerismo y antimassismo. Una extraña forma de decir que Massa es el precipicio, mientras que Milei, incluso si fuera un salto al vacío, tal vez y sólo tal vez, sea menos profundo. Patricia Bullrich, con menos exposición mediática, va en la misma línea. Y si el elector quiere buscar tranquilidad, es probable que con esas afirmaciones se espante.
Macri está seguro de que le aportará al libertario suficientes votos duros para convertirlo en presidente. Varias encuestas, que casi nunca aciertan, le dan una ventaja. Aunque el resultado final está aún muy abierto y Massa, aún habiendo quedado sacudido por el faltante de naftas y por la suba de precios, despliega una estrategia bien precisa.
Como consecuencia del estrellato de Macri, Milei quedó opacado, tal vez demasiado para el gusto de los libertarios de paladar negro. Su estrategia carece de rumbo y todos los deslices mediáticos de sus voceros dejan un flanco abierto a Massa, que no duda un segundo en retrucarlo con la cara impávida, imperturbable. ¿Así será el debate? Massa se aseguró un punto a favor: los candidatos no podrán tener apuntes, lo que es una gran ventaja para el candidato de UxP, que está curtido en política, tiene gimnasia legislativa, fue jefe de Gabinete, ministro de Economía y, aún cuando su gestión sea criticable, conoce en detalle todos los números del Presupuesto y cómo funciona el Estado.
Ese es, precisamente, uno de los puntos mas débiles de Milei. Nunca administró ninguna jurisdicción ni tuvo responsabilidades ejecutivas y tiene algunas ideas interesantes, como la dolarización, pero no tiene experiencia de gestión. Macri es consciente de esa limitación del candidato libertario y, en ocasiones, se lo confiesa a sus hombres más allegados. Milei sabe, medianamente, qué es lo que quiere, pero no sabe cómo llevarlo a la práctica.
El detalle es muy preocupante por muchos motivos. Primero, porque si MIlei, en quince días fuese electo presidente, deberá aprender a gobernar a prueba y error, con el costo que significa para la población, dicen algunos hombres del Pro, incluso varios que conversan con Macri. Y, además, porque el entendimiento con Macri se limita a ganar la elección, pero no hay ningún acuerdo programático sobre ningún tema. El líder de LLA ayer fue explícito: la dolarización y la eliminación del BCRA son políticas innegociables.
Desde el punto de vista del expresidente y fundador del PRO, que viene de la derrota de JxC, se trata por ahora, tan sólo, de ganar la elección, ganarle a Massa y recobrar cierto protagonismo político. Juntos por el Cambio o lo que aún quede de esa coalición -luego del balotaje- deberá buscar recomponerse y buscar nuevos liderazgos. Pero tanto Macri como Massa coinciden en las limitaciones que enfrenta Milei.