El estreno copero de Racing en la Sudamericana fue cómodo, sin sobresaltos: un triunfo ante Sportivo Luqueño por 2 a 0 en Asunción. La Academia mostró una imagen similar a la que había exhibido a lo largo de todo este 2024. Con algunas limitaciones para construir juego, con cierta fragilidad defensiva pero con un hombre que soluciona todos sus problemas cuando aparece: Adrián Martínez. En su partido número 14 con la camiseta albiceleste, Maravilla marcó su gol número 12. Números que lo dicen todo acerca de la valía del centrodelantero para este equipo. El primer grito fue una réplica de tantos otros: dibujó la diagonal perfecta para quedar libre en el área, recibió de Agustín Almendra, controló y definió con sutileza. Unos minutos antes, había tenido una ocasión similar, que le negó el palo. Y unos minutos después, volvió a controlar solo de frente al arco. En lugar de patear, asistió a Roger Martínez. El colombiano mostró su clase y con un movimiento dejó en ridículo a dos jugadores de Sportivo Luqueño para luego tocar suave al gol.
“A los dos Martínez los vi muy bien, sensacional. Tuvimos situaciones muy claras, más allá de que en el segundo tiempo no manejamos la pelota como debíamos y erramos muchos pases. Hoy son todas finales”
La dupla de los Martínez tuvo su primera conexión alentadora en lo que va de 2024. El ex América de México no convertía desde enero, antes de sufrir un esguince de tobillo que le complicó el semestre. En la ausencia el número 10, apareció la figura de Maravilla, que irrumpió con un hattrick ante San Lorenzo y ya no paró. Es el máximo goleador del fútbol argentino en lo que va del año. No sólo eso: también es capaz de servirle el tanto a su compañero y de celebrar el gol de Roger incluso más que el suyo. Gestos que lo definen, como el de haber inaugurado esta misma semana un complejo deportivo en su ciudad, Campana.
Gracias a los Martínez, entonces, los de Avellaneda pisaron fuerte en el inicio de la Copa Sudamericana. A lo largo de la última década, la Academia se acostumbró a participar en las copas internacionales. Con la aventura que arrancó anoche en Asunción, ya son 10 temporadas consecutivas en torneos Conmebol: (2015, 2016, 2018, 2020, 2021, 2023 en la Libertadores; 2017, 2019, 2022, 2024 en la Sudamericana). Sin embargo, aún mantiene una deuda internacional, ya que en ninguno de esos torneos pudo avanzar hasta las instancias decisivas. Los cuartos de final son el límite hasta ahora. El objetivo es por fin poder cruzarlo.
La última vez que Racing dio una vuelta olímpica en un torneo continental fue en la Supercopa de 1988, justamente cuando el actual entrenador Gustavo Costas formaba parte del equipo. “Ganar la Sudamericana sería el sueño de mi vida. El club necesita un logro internacional de nuevo. La última vez fue cuando jugaba yo, ha pasado muchísimo. Hoy es otro club, se ha logrado levantar y ha conseguido campeonatos. Tenemos que apuntar a eso”, dijo Costas en relación a esta competencia.
La joya de Roger Martínez en el segundo tanto
Más allá del deseo, por cómo está diseñado el calendario argentino y por la obligación con la que llegó Racing al tramo final de la fase regular de la Copa de la Liga, el DT debió guardar algunos titulares en el banco, como Juan Fernando Quintero, que apenas tuvo 15 minutos. Salió bien la apuesta. Ahora, puede pensar en lo que viene. Las luces apuntan al partido del próximo domingo ante Lanús, en el Cilindro, en el que la Academia está obligado a sumar de a tres para poder sostener la chance de meterse entre los cuatro clasificados de la zona B.
Será el próximo paso del equipo de Costas. Un paso decisivo, que no admite tropiezos porque no sumar de a tres lo dejaría fuera de carrera en la Copa de la Liga. Además del triunfo, la buena noticia para Costas es que además de volver con tres puntos en el bolso fue un partido tranquilo, al punto que pareció sobrarle el segundo tiempo. Incluso el entrenador pudo darles descanso en el entretiempo a Facundo Mura y Agustín Almendra, dos de los que más sumaron minutos en esta seguidilla de partidos. La mala es que el correr de los partidos no logra darle fluidez al equipo, que parece seguir dependiendo de la contundencia de Maravilla o de la creatividad de Juan Fernando Quintero. Así es como se mantiene a flote en todas las competencias. Ahora será tiempo de aparecer.