El Gobierno de Javier Milei salió al cruce de los dichos de Pablo Moyano, quien había comparado la media sanción de la Ley Bases con el escándalo de sobornos en el Senado conocido como «Banelco», y le pidió al gremialista que si tiene pruebas formalice su denuncia en la Justicia. Además, lo acusó de tener una mirada distorsionada de la realidad.
Fue el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien se encargó este jueves se responder a las acusaciones del líder de Camioneros ante una pregunta formulada en su habitual conferencia de prensa.
«Es un personaje que claramente no condice con lo que quieren los argentinos. Tiene un desorden con lo que plantea como realidad. Si él considera que hay una Banelco, podrá ir a la Justicia o tendrá alguna prueba», planteó el portavoz.
En esa línea, Adorni siguió con las críticas a Moyano: «Es lastimoso que un dirigente sindical que debe representar a los trabajadores, en una ley que intenta mejorar algunas condiciones a los trabajadores… tendrá sus razones para hacerlo y sus elementos para denunciarlos. si no es más de lo mismo. Pero Argentina empezó a mirar para adelante y las declaraciones de Moyano lejos están de la realidad«.
El cosecretario general de la CGT relacionó la media sanción en Diputados a la Ley Bases con el escándalo por los sobornos durante el gobierno de Fernando de la Rúa para la aprobación en el Senado de la reforma laboral.
«Me hace acordar a otra reforma laboral donde pasó la Banelco«, lanzó Pablo Moyano durante una entrevista en C5N, y siguió: «A la mañana o días antes eran el Che Guevara y ayer fueron los entregadores más grandes que hay en el Congreso. El daño y perjuicio que le van a ocasionar a millones de argentinos no van a tener perdón de Dios».
Había sido su padre, el referente camionero Hugo Moyano, quien el 29 de marzo del 2000 contó que el entonces ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, se había jactado en una reunión con gremios rebeldes de que él tenía «la Banelco» para convencer a los senadores de aprobar la reforma laboral.
Ese escándalo derivó más tarde en la renuncia del vicepresidente Carlos «Chacho» Alvarez y marcaría el principio del fin del gobierno de la Alianza.
Adorni también aprovechó para cuestionar la decisión de la CGT de ratificar el paro general convocado para el 9 de mayo, y apuntó: «Seguimos intentando entender qué es lo que quieren, en un paro que tiene más cuestiones políticas que reclamos reales«.
«Si quieren hace paro y complicarle la vida a la gente, estamos en contra de que esto ocurra y hay una distancia con la realidad bastante llamativa. No se entiende bien, pero es una desición que corre por cuenta de la CGT», siguió el portavoz.
El Gobierno apuntó contra intendentes que cobran más cara la nafta sumando tasas municipales
En la conferencia de prensa en la Casa Rosada, antes de las preguntas, el portavoz apuntó contra los intendentes bonaerenses que, según acusó, cobran más cara la nafta al sumar impuestos a través de una tasa municipal.
«Hemos notado cierta proliferación de varios municipios que intentan cobrar nuevas tasas a través de los tickets de combustibles que hace la gente. Estamos terminando de evaluar todas las alternativas que tenemos para que esto deje de ocurrir. Es un abuso que hay y donde tienen cautivo a la gente para cobrar una tasa que no tiene que ver con la carga», cuestionó Adorni.
Se refiere Adorni a las tasas municipales que varios intendentes incluyen en los tickets de combustible y que, en algunos casos, alcanza al 2 %. La decisión no es nueva y, como informó Clarín, los estacioneros nucleados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), que agrupa a las 5269 estaciones del país, miran con desconcierto cómo cada vez más jefes comunales van aplicando en sus tierras la «tasa vial» o con nombres similares sobre el consumo de combustibles, sin afectación específica y con una doble imposición sobre el mismo hecho.
Hay algunos intendentes que cobran un valor fijo sobre el precio final de los combustibles, que siempre encarece la nafta y el gasoil a los consumidores. Y otros que programaron una alícuota fija, por lo que no se licua si hay atraso de los precios frente a la inflación.