Luis Caputo dejó sin efecto una resolución de fines de 2021 por la que los exportadores tenían que respetar el “volumen de equilibrio” para evitar que los envíos al exterior puedan afectar a los precios internos. Se da en medio del reclamo del agro para que bajen las retenciones.
El Gobierno derogó una resolución de fines de 2021 que le ponía un techo a las exportaciones de trigo y maíz bajo el argumento de moderar el impacto en los precios internos. La decisión se adoptó mediante otra resolución, la 302 del Ministerio de Economía, publicada este viernes en el Boletín Oficial, con la firma de Luis Caputo.
El esquema, que Caputo deja sin efecto, había sido implementado cuando Agricultura era Ministerio y estaba a cargo de Julián Domínguez. Establecía que las declaraciones de venta al exterior (DJVE) no podrán superar los “volúmenes de equilibrio” de trigo-pan y el maíz, que establecía la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios a fin de satisfacer la demanda interna.
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En la práctica volvía a imponer un cupo máximo para las ventas al exterior para ambos granos, a fin separar los precios del mercado local de los del exterior. En el sector se cuestionó de manera reiterada esa práctica, al considerar que distorsionaba los precios. Los “cupos o cuotas” ya se habían utilizado en los gobiernos de Cristina Kirchner y derogados por la gestión de Mauricio Macri.
El fin de ese mecanismo se justificó que resulta “indispensable alinear las políticas de regulación de las actividades vinculadas a la agricultura, la ganadería y la pesca, procediendo a una verdadera desburocratización y simplificación de los procesos en relación con el Estado, productores, exportadores e importadores”, se sostiene en los considerados de la norma.
También se abundó con que “se advierte la existencia de normas vinculadas con regímenes de control, operatividad, distribución, programas y/o de requerimientos de información o de cumplimiento de distintas obligaciones que, con base en el estado actual de nuestra economía en general, han apartado a la autoridad de aplicación de tales regímenes de la celeridad que la función pública debe practicar, lo que en la actualidad se pondera”.
Desde la consultora Outlier consideraron a la decisión de Caputo como “una medida positiva, que suma transparencia y contribuye a corregir distorsiones de precios relativos, intentando devolver dinamismo a uno de los sectores transables más significativos a nivel local”.
“Las cuotas de exportación son instrumentos de política económica que buscan disociar los precios locales de los precios externos, generando esquemas de transferencias cruzadas. En este caso, en detrimento de los productores primarios y en beneficio de la industria procesadora y los consumidores locales”, resaltaron.
Un nuevo gesto al campo en medio del reclamo creciente por las retenciones
La medida se produce en un momento clave: mientras avanza la cosecha gruesa (maíz y soja principalmente), los productores deben definir la próxima siembra de trigo. El Gobierno necesita de los dólares del campo, pero en el sector se debaten sobre el atraso cambiario -que desde el Gobierno niegan- y los reclamos cada vez más fuertes para que se bajen o eliminen las retenciones a las principales producciones agropecuarias.
El reclamo, como informó TN, lo elevó la mesa de enlace agropecuaria en reuniones con los principales funcionarios del equipo económico. “Se necesita, de manera urgente, devolverle rentabilidad al productor, con la eliminación –o al menos reducción- de las retenciones”, le dijeron los referentes del las cuatro entidades a Juan Pazo, secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo, y Fernando Vilella, secretario de Bioeconomía.
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En un intento por moderar ese malestar entre los hombres de campo, el gobierno tomó una serie de medidas, entre las que se destacan la rebaja de aranceles para importar fertilizantes y herbicidas y mantendrá por un año más suspendidas las retenciones a los productos lácteos.
Pazo volvió a verse con dirigentes del campo este jueves, al participar del Congreso del Trigo. No solo dejó en claro que por ahora las retenciones no se tocan, sino que descartó que haya atraso cambiario y consideró que “si se siguen haciendo los deberes”, el dólar puede posicionarse en torno a $550, “un nivel de confianza para el tipo de cambio real promedio histórico”.