El modo Javier Milei en las relaciones exteriores comienza a tomar caminos curiosos. Distintos al que prometió en su campaña electoral e incluso diferentes al que desenfundó estos cinco meses de gobierno.
Por ejemplo, tras los insultos a Gustavo Petro, avaló que la Cancillería desmontara la escalada con Colombia. Ahora en Gobierno piensan en como hacer “malabares” para que su presencia en un acto proselitista de su amigo Santiago Abascal, de Vox, en Madrid el 18 y 19 de mayo próximos no agrave más la escalada de una semana atrás cuando la Casa Rosada atacó directamente al presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez con un duro comunicado de tono personal porque un ministro hispano sin aval del ejecutivo había sugerido que Milei ingería “sustancias”.
Otros recientes ejemplos muestran un perfil más pragmático del gobierno de Milei, que antes de ser Presidente prometía que no iba a haber relaciones de Estado a Estado cuando hubiera socialistas o comunistas de por medio, o gobiernos no amigos o lejanos entre medio, y que se limitaría en el mayor de los casos a las leyes del mercado. Es decir, que no impediría las relaciones entre empresas.
Por un lado, si bien Milei no tiene relación alguna con el presidente Lula da Silva, el gobierno argentino organizó sobre el fin de semana pasado el envío con un Hércules 130, con ayuda especial para los inundados del Sur de Brasil, una tragedia que ha dejado más de 110 muertos, numerosas pérdidas materiales y ciudades enteras bajo el agua. El operativo llamado «Mao Amiga» fue supervisado por el ministro de Defensa, Luis Petri, y por el área de Latinoamericanos de la Cancillería, de donde se decidió activar a los Cascos Blancos.
“La embajada del Brasil en Buenos Aires agradece al gobierno de la República Argentina las reiteradas manifestaciones de solidaridad y el envío de importante ayuda humanitaria a los afectados por las inundaciones en el sur del país”, escribió el embajador del gobierno brasileño en Buenos Aires, Julio Bitelli.
Y todo este operativo se produjo en el medio del acercamiento creciente entre las cancillerías de Brasil y Argentina, que suelen apagar los fuegos de dos presidentes que nunca mantuvieron conversación alguna. Para Milei, Lula pertenece al campo que rechaza entre los socialistas y Milei al de la derecha con la que el brasileño no comulga. Igualmente, Milei busca un tibio acercamiento.
Otro de los hechos de enorme repercusión tuvo lugar el jueves 9 de mayo, en el Yatch Club de Puerto Madero, que albergó la gran fiesta que dio el embajador de la Unión Europea, Amador Sánchez Rico: su celebración por el Día de Europa, tuvo presencia a tope del gobierno libertario.
En el multitudinario festejo estuvieron el vocero presidencial, Manuel Adorni, y su vice, Javier Lanari. Dos hombres que no dan un paso sin aval de “Javier”.
Dieron presente la vicepresidenta Victoria Villarruel, y entre numerosos funcionarios, dos ministros: Patricia Bullrich y Luis Petri, de Seguridad y Defensa, quienes después de las versiones sobre supuestas diferencias entre ambos posaron en un tuit con sus respectivas parejas y la leyenda de varias interpretaciones: “El amor es más fuerte”.
Por su parte, recién llegada de otra gira en el exterior, la canciller Diana Mondino, estuvo sacándose selfies y en otros de los salones con la cúpula de su ministerio que componen Leopoldo Sahores, vicecanciller; y Federico Barttfeld, jefe de Gabinete. Por Defensa estaba también el Secretario de Asuntos Internacionales, Juan Battaleme, a cargo de la estrategia en el mundo del ministerio, y al secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Marcelo Cima.
Hubo también funcionarios de la ciudad, como la vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio; el secretario general y de Internacionales, de Jorge Macri, Fulvio Pompeo y Fernando Straface, su antecesor con Horacio Rodriguez Larreta. También Roberto García Moritán, de Desarrollo Económico. Hombre de la gestión de Mauricio Macri, estuvo el ex ministro de Modernización, Andrés Ibarra, quien en las fotos compartió lugar con el empresario Martín Cabrales. En los salones conversaban Juan Pablo Magier, Tato Lanusse, y Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond,y su mujer María Laura Leguizamón,
“Hace 74 años, sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, el aquel entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, pronunció un histórico discurso, conocido como la declaración Schuman” comenzó su discurso el embajador Sánchez Rico, recordando por qué se festeja ese 9 de mayo el Día de Europa.
Recordó el proceso de integración regional de los 6 países fundadores a los 27 miembros actuales de la Unión (los británicos se escindieron) y hable lo que representa hoy la UE: “una combinación única de libertad política, prosperidad económica y cohesión social”. Y también “un mercado común con libertad de movimiento para sus ciudadanos”. Y, sobre todo, dijo con mensaje cargado: “somos un referente de paz y democracia, en un continente donde se han librado las mayores guerras de la humanidad.”
De ahi, que Sanchez Rico disparara nuevamente con la fuerte critica de la UE a Rusia, por lo que llamó su “agresión contra Ucrania”, y que “ha traído de nuevo a nuestras puertas la primera guerra interestatal de alta intensidad desde 1945″. La guerra elegida por Putin (por la invasión) representa «una amenaza existencial no solo para la UE, sino en el nivel mundial”. Para el caso, Milei se puso del lado ucraniano desde la primera hora, y busca visitar a Volodimir Zelenski en junio.
En este punto, recordó que pronto tendrán lugar las elecciones al Parlamento Europeo (del 6 al 9 de junio), donde se pondrán a prueba “la defensa de los derechos humanos y encarando los desafíos que plantea la doble transición verde y digital, en Europa tenemos otro frente abierto: nuestra defensa común”, sostuvo y donde los europeos sean capaces “de defendernos por nosotros mismos, construyendo un pilar europeo fuerte dentro de la OTAN”
Amador Sánchez Rico, que representa a un bloque de países muy variados, contiene a miembros que evitaron contactos con Milei candidato -y viceversa- por encontrar su discurso con semejanzas a la «ultra derecha no democrática”, según hicieron trascender en su momento.
Y finalmente encuentran en la administración libertaria, una gestión con parámetros no solo de fuertes puntos en común con los de Bruselas, sino a una Cancillería que quiere levantar el alicaído acuerdo Mercosur-Unión Europea, y que acaba de recibir la hoja de ruta para el proceso de entrada de Argentina a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la OCDE.