En el Gobierno no se ponen de acuerdo en la estrategia a seguir en torno al Pacto de Mayo. Es que por un lado un sector presiona a la oposición para conseguir la aprobación de la Ley Bases y advirtió que hasta que el proyecto y el paquete fiscal no cuenten con la aprobación del Senado no se realizará la cumbre en Córdoba, el vocero presidencial, Manuel Adorni, salió a desmentir la posibilidad de que se postergue y aseguró que «no hay chances de que eso ocurra».
Lo curioso es que fue el propio presidente Javier Milei quien admitió que no descarta postergar la firma del Pacto. Al cabo del acto en el que descubrió el busto de Carlos Menem en Casa Rosada, comparó sus reformas con las que en los 90 impulsó el riojano y dejó la puerta abierta a reprogramar la cita.
«La reforma de Menem fue la más grande de la historia, solo la Ley Bases es cinco veces más grande. Si le sumás el DNU, ocho. Y te aviso, el total que tenemos pendientes son 3200 más», dijo el jefe de Estado. Y de inmediato, al ser consultado por C5N por la chance de que el oficialismo no consiga la aprobación de la Ley Bases, agregó: «No hay problema, las reformas estructurales son para el largo plazo, por lo tanto si no es en mayo, será en junio o julio, pero las reformas estructurales tarde o temprano las vamos hacer».
Cerca suyo, los funcionarios de su mayor confianza ratificaban esta estrategia. «El Pacto de Mayo se va a firmar cuando estén aprobadas la Ley Bases y el paquete fiscal, no importa la fecha», planteaba uno de sus incondicionales. Y concedía que analizaban postergar la cita. Aunque aclaraba, en función de que habrá cambios en el Senado y que el texto deberá volver a la Cámara de Diputados, que «alcanza con que se apruebe en general» y falte la revisión en particular.
La discusión se dio luego de que en la reunión de Gabinete se reafirmara lo contrario: es que en el Gobierno hay optimismo de contar con los votos para conseguir la aprobación del texto. La semana pasada, el ministro del Interior, Guillermo Francos, consideró que el oficialismo iba a reunir «38 ó 39 votos» en la sesión. Sin embargo, la oposición insistió con varias objeciones a los proyectos, entre los que sobresalen los cuestionamientos al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el alcance del blanqueo de capitales y la restitución del Impuesto a las Ganancias en zonas desfavorables, y el bloque de La Libertad Avanza no pudo avanzar con la firma del dictamen.
Esto llevó a que el oficialismo empezara a evaluar la posibilidad de no llegar al Pacto de Mayo, previsto para el sábado 25, con la Ley Bases ya aprobada.
Con este escenario, Francos fue el primero en instalar la posibilidad de postergar la cumbre, a la que ya fueron invitados gobernadores, ex presidentes y sindicalistas. «Con la Ley estamos avanzando, está tratándose con los integrantes de las comisiones y esperemos para hoy (por este martes) tener más o menos definido el dictamen final. Ha habido algunas propuestas de modificación de distintos sectores y estamos tratando de conciliarlas entre todos», explicó en Radio Rivadavia al evaluar el trámite del proyecto.
Y luego advirtió: «Si se termina, bien; y si no se termina, veremos qué hacemos con el ‘Pacto de Mayo’: si lo hacemos en mayo, si lo postergamos ó si lo hacemos sin que esté tratada la ley».
Sin embargo, Adorni, que participó de la reunión de Gabinete, en la que los operadores políticos del Presidente mostraron su convicción de que la Ley Bases será dictaminada esta semana y llegará al recinto del Senado en la previa al 25 de Mayo, salió a desmentir los titulares de los diarios que daban cuenta de los dichos del Presidente: «En algunos medios están insistiendo con la posibilidad de que el Pacto de Mayo se postergue: no hay chances de que esto ocurra», escribió en su canal de Whatsapp. Minutos después, cuando le avisaron que había contradecido al mandatario, borró el mensaje.
No fue el único que quedó en offside. Es que otro sector que participó del homenaje a Menem ratificaba la realización del Pacto, con el argumento de que «ya está todo organizado en Córdoba» y que se extendieron las invitaciones.
Finalmente, en medio del caos y desmentidas entre propios funcionarios del Gobierno, una importante voz de Presidencia intentó acomodar el discurso: «El Pacto se firma cuando estén las leyes, pero el evento del 25 (de mayo) se hace igual».
Las distintas versiones están conectadas con una estrategia del Gobierno de presionar a la oposición de distintas maneras para destrabar las leyes. La más novedosa tiene que ver con el sentido del Pacto de Mayo: en el oficialismo ahora retoman la idea original de Milei y advierten que servirá como una plataforma de acuerdo para avanzar en reformas en distintos aspectos, entre ellos el económico, con una nueva ley de coparticipación federal que fije nuevos parámetros para el reparto de los fondos. “El que no viene se puede quedar afuera”, alertan.
En Presidencia no acusan recibo de que la ausencia de varios gobernadores K, liderados por el bonaerense Axel Kicillof, bloquea esa posibilidad, porque desde distintos sectores políticos indican que se necesita el respaldo de los 24 distritos -y de sus respectivas legislaturas- para modificar la ley: “No es así, una parte de la biblioteca dice que se puede hacer”, aseguran desde la mesa chica de Milei.
No obstante, la clave está en el inciso 2 del artículo 75 de la Constitución Nacional que establece que la ley de coparticipación debe ser “sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada unilateralmente ni reglamentada y será aprobada por las provincias”.