La situación procesal de Alberto Santiago Soria, el hombre de 40 años acusado de ser el autor del atentado a Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, el jueves pasado, seguirá sin cambios hasta que en la Justicia no eliminen «todo rastro de duda» respecto a si efectivamente fue él quien envió el paquete con un explosivo que estalló en una de las oficinas del predio.
Tras la detención decidida el sábado por el juez Daniel Rafecas, prevalece la cautela entre los diferentes actores que trabajan en el tema. Tanto en la Justicia, como en los ministerios de Seguridad de la Ciudad y Nación evitan filtrar información porque la investigación se encuentra en pleno curso y todavía hay dudas respecto a la autoría del hecho. Soria es el principal apuntado, pero no se descartan otras hipótesis.
Agente inmobiliario y con antecedentes penales por amenazas antisemitas realizadas en 2017, Soria fue capturado por orden del juez federal Daniel Rafecas en el barrio porteño de Floresta, donde vive con su pareja y sus dos hijos.
En su declaración indagatoria, negó haber sido el autor de los hechos pero el magistrado lo dejó detenido a la espera del resultado de otras pruebas. En función de ese resultado, el juez decidirá si lo procesa, le dicta la falta de mérito o lo sobresee.
La causa se encuentra bajo secreto de sumario, pero Clarín pudo saber de fuentes judiciales que se está trabajando en medidas complementarias y que el magistrado cuenta con diez días hábiles para definir la situación procesal del detenido. Sobre la presunta autoría del hecho, desde Comodoro Py aseguran que «los indicios son fuertes, porque hay un cotejo antropomófico que indica que es la misma persona«.
Otro punto que identificaría a Soria como el agresor es la tenencia de la tarjeta SUBE y la inscripción manuscrita de «La Rural» que figuraba en la Guía T, con la dirección del predio. No obstante, aseguran que antes de definir qué pasará con Soria «hay que eliminar todo rastro de duda, agotar todas las posibilidades y seguir colectando la evidencia«.
Si bien Soria en principio es el principal apuntado, fuentes ejecutivas mantienen incertidumbre en torno a si efectivamente fue él quien envió el paquete desde una librería de Barracas hasta Palermo.
«No es parecida la imagen actual con la de quien realizó la amenaza en 2017», comentan en ese sentido, dando lugar a que pueda haber sido otra persona la que envió el paquete bomba, sobre todo teniendo en cuenta que el acusado declaró ser inocente.
Ese tipo de dudas que existen en la investigación, sobre todo para evitar frustrar pruebas a futuro, fue lo que motivó que el gobierno porteño suspendiera el sábado por la tarde una conferencia de prensa en la que el jefe de Gobierno Jorge Macri y el ministro de Seguridad Waldo Wolff iban a referirse al tema. La misma se iba a hacer en el Centro de Monitoreo Urbano, en Chacarita, a las 16.45. Luego se retrasó una hora y finalmente terminó suspendiéndose.
Cómo se identificó a Soria
De acuerdo a fuentes judiciales, un dato que ayudó a la identificación fue el estudio de los usuarios de tarjetas SUBE, de donde surgió un «único perfil probable». Además, aclararon que ese perfil fue sometido a un «detenido y exhaustivo análisis comparativo científico (antropométrico) tanto de rostro como de postura corporal», que realizó el cuerpo de investigadores judiciales del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad. Así, el resultado dio positivo y precipitó su allanamiento detención.
La Policía de la Ciudad revisó las imágenes de las cámaras de seguridad para seguir el rastro de Soria, que dejó el paquete en una librería de Barracas. A partir del entrecruzamiento de datos, siguieron los movimientos de Soria, que con gorra y lentes de sol, subió a internos de colectivos. La Ciudad le llevó los datos y las imágenes a Rafecas. El juez ordenó el allanamiento que se produjo a las 00.30 de este sábado en la zona de la avenida Juan B. Justo y Chivilcoy, en el barrio porteño de Floresta.
Según supo Clarín, llamó la atención la tranquilidad de Soria, que estaba en su domicilio con su pareja y sus dos hijos menores de edad.
Fuentes judiciales confirmaron que en el allanamiento dentro del departamento del detenido hallaron varios elementos de prueba. Uno de los más destacados es una «Guía T» de la Ciudad de Buenos Aires, en la que aparece una inscripción manuscrita, presumiblemente por el detenido, que dice «La Rural», seguido de la anotación del cuadrante «52 A-5». Corresponde con la ubicación del edificio de oficinas de la Sociedad Rural, en Juncal 4450, donde fue entregado el explosivo. También secuestraron tres celulares y una computadora portátil que está siendo peritada.