Ya hubo reuniones con Gol y Flybondi. El lunes será el turno JetSmart. Y en la carpeta del Gobierno también aparecen Azul, Arajet y Avianca. De esta manera, la gestión de Javier Milei traza un plan de acción con Aerolíneas Argentinas que contempla el corto, el mediano y el largo plazo, tal cual describió una fuente de la Casa Rosada.
Si bien la privatización de la aerolínea de bandera quedó frustrada tras la negociación legislativa por la Ley Bases, en el Gobierno entienden que “la conflictividad la volvió a ponerla en agenda”. De esta manera, no reviste ningún tipo de duda que el Ejecutivo sostiene como objetivo de largo plazo vender la compañía. Sin embargo, explicaron fuentes oficiales, aparecieron nuevas metas de corto y mediano plazo ante los paros que afectaron a miles de pasajeros y dejaron pérdidas de al menos US$10 millones.
La reunión del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta, con autoridades de la aerolínea Gol reveló una especie de plan de contingencia que empezó a trazar el Gobierno.
“Convenio entre empresas”. Así calificaron al acuerdo de corto plazo que el Ejecutivo busca cerrar con otras firmas para que Aerolíneas Argentinas pueda cederles vuelos cuando no consiga operarlos por los conflictos.
“¿Hay un nuevo paro? Entonces en ese caso, Aerolíneas podría traspasarle el vuelo, los pasajes, el dinero y todo lo necesario a otra aerolínea que sí pueda operarlo”, ejemplificaron desde el Gobierno. Aún no hay ningún convenio firmado. Solamente comenzaron las conversaciones sobre este plan de contingencia.
A su vez, los diálogos del Ejecutivo con otras empresas aéreas persiguen un objetivo “de mediano plazo” que también tendría impacto en Aerolíneas Argentinas: la operación de rutas aéreas. Según el Gobierno, la aerolínea de bandera opera cerca de tres cuartos de los vuelos. En consecuencia, el ímpetu desregulador de los libertarios propone bajar ese predominio, licuarlo, y que otras compañías realicen más vuelos. Algo así como habilitarles más rutas.
“La conflictividad y la desregulación abrieron una ventana de oportunidad para que puedan operar las rutas que Aerolíneas Argentinas decida no hacer o directamente no pueda”, definieron.
De esta manera, los planes del Gobierno contra lo que denominan “la casta aeronáutica” avanzan por distintos carriles. Por un lado, la desactivación del “poder de fuego de las huelgas”, con el plan de contingencia ante posibles nuevos paros. Y, por otro, la convocatoria a la asamblea en la que se tratará la exclusión del Directorio de Aerolíneas Argentinas del secretario general de APLA, Pablo Biró.
Mientras tanto, en el Gobierno admiten que en el horizonte de largo plazo continúa la privatización como objetivo, aunque aseguran que eso no ha sido tema de conversación en las reuniones con Gol y Flybondi. Reconocen que la Ley Bases quitó a Aerolíneas de la lista de privatizables, pero recuerdan que existe un proyecto presentado por el PRO que también plantea vender a la compañía.
De hecho, esta semana el expresidente Mauricio Macri planteó tres alternativas: iniciar su quiebra, liquidar sus activos o dividirla en distintas partes.
Por lo pronto, la hoja de ruta del Gobierno contiene negociar convenios para ceder vuelos ante posibles nuevos paros, el saneamiento de las cuentas de la empresa, las reuniones con otras compañías y, el 16 de octubre, la asamblea en la que buscará echar a Biró del Directorio de Aerolíneas.