Las épocas de vacas flacas se pueden vislumbrar de muchas maneras. La búsqueda constante de los trabajadores de estirar sus ingresos es una muy palpable. Así, mientras en alguna época más desprendida de dinero los empleados miran con amor todos esos beneficios extras y lo usan en experiencias que quizá no pagarían; en momentos más apremiantes se registra un cambio en la demanda y esos premios que las empresas les dan a sus colaboradores se aprovechan para solventar gastos más corrientes como el supermercado, el delivery, servicios y hasta recarga de la tarjeta SUBE. Estos cambios de hábito hicieron que las compañías empiecen a buscar compensar ‘a medida’ a sus empleados, y para ello demandan la ayuda de terceros.
Lejos de lo que habita en el imaginario popular, el gimnasio –ese beneficio que casi todas las empresas ofrecían como una compensación per se- «se usa muy poco«, explica Matías Botbol, ex CEO de Taringa, quien vio en la crisis local una nueva oportunidad de negocio. Y así luego capitanear la plataforma social disruptiva y que fue furor en su momento, su espíritu emprendedor lo llevó a volcar su mirada en el mundo «poco sexy» (como él mismo apunta) de los recursos Humanos. De esta forma en 2022 nació Maslow, una empresa tecnológica diseñada para optimizar la gestión de beneficios, incentivos y recompensas a nivel global.
Del almuerzo que el ex Taringa y uno de sus socios Diego Boryszanski (el tercero es Ricardo Migoya, que nada tiene que ver con el de Globant) compartieron con periodistas, surgieron algunos datos interesantes. En Argentina, a diferencia de otros países de la región, los beneficios extras que dan las empresas están algo alejados del placer y el entretenimiento, y están cada vez más relacionados con cubrir necesidades primarias como comer.
En ese sentido, Botbol aclara que esa preferencia local, a su vez, «se diversifica según rango etario». Así, «mientras los adultos con hijos prefieren el supermercado; los sub30, que no cocinan, piden comida en alguna de las app más conocidas», agrega el CEO de la plataforma que cuenta con más de 500.000 usuarios y 5.000 beneficios en toda latinoamérica.
Entre los no, además de los gimnasios (que se usan muy poco) tampoco tienen mucha demanda «los cursos y todo lo referente a la educación, a la preparación. Ya no tienen mucha valoración», explican desde Maslow.
Otro dato interesante de la empresa que trabaja en 25 países es lo que pasa a nivel región, las diferencias con la situación argentina también se ven reflejada en esas preferencias. «Como beneficio extra en México, por ejemplo, se demanda mucho el cine», explica Boryszanski. «Todas las semanas los mexicanos quieren ir al cine», cuenta. Y agrega que «cuando salió Intensamente 2, la demanda explotó».
Uruguay es otro que se aleja bastante de la demanda local. «Ahí nos piden todos beneficios pro, es decir, de cosas caras, como por ejemplo en lugar del super Tata (que es más popular), el Devoto (que es más caro)», indica el creador de Taringa, al tiempo que aclara que mucho depende también de los sectores con los que trabajan. Cruzando el charco, por ejemplo, atienden a un público más del sector tecnológico, cuyos sueldos siempre son más altos.
El panorama más parecido al de la Argentina, se da en Brasil. «Allá también sale mucho el delivery», cuenta. En líneas generales, «un beneficio que la empresa ofrece si tiene un 30% de uso es un éxito», cuentan desde la empresa que estima cerrar este año con una facturación de US$ 6 millones y proyectan para 2025 crecer un 200%.
«Una de las ventajas que ofrece Maslow es que permite personalizar los beneficios», señala Boryszanski. Y agrega: «El core de nuestro negocio es proporcionar una solución de beneficios flexibles para grandes empresas. Maslow permite que cada persona, en cualquier parte del mundo, reciba exactamente lo que necesita para sentirse valorada y motivada. Nuestra plataforma centraliza la gestión de beneficios».
Volviendo a la situación local, la crisis y el tipo de beneficios que demandan los bolsillos flacos obliga a Maslow a dar un paso más y ya se preparan para lanzar, el próximo año, algo relacionado con el pago de servicios. Propuesta que largarán en simultáneo en Colombia y Perú.
Esto último, es algo que a nivel local ya hace la empresa Happier que, pero por ahora sólo en el país. «En un mercado laboral cada vez más competitivo, el reconocimiento y la motivación de los colaboradores son esenciales para construir una marca empleadora sólida. Las empresas que buscan atraer y retener talento enfrentan el desafío de entender qué valoran realmente sus equipos», explican.
Según la plataforma que ayuda a personalizar las recompensas, las grandes empresas invierten en regalos de incentivos un monto promedio mensual de $35.500 en comparación con las PyMEs que invierten $28.900.
«Más del 70% de los colaboradores prefieren canjear sus puntos en órdenes de compra, dirigidas a categorías como aplicaciones de delivery, estaciones de servicio, supermercados, entretenimiento e indumentaria», detallan desde Happier. Y agregan: «Además, las experiencias son elegidas por más del 20% de los colaboradores inclinándose por opciones como gastronomía, que concentra el 53% de las preferencias, seguida de escapadas con un 18%, bienestar con un 11%, espectáculos con un 8%, aventura con un 7% y opciones para disfrutar en familia».
“Los equipos de Recursos Humanos reconocen que los colaboradores necesitan incentivos extra además de su salario”, dice Mercedes Cerino, Account Manager de Happier.
Por su parte, Ricardo Sarni, CEO de la empresa: “En nuestra compañía los datos se convierten en una herramienta estratégica para construir políticas de bienestar que realmente importan. Nos centramos en medir y optimizar la interacción de los colaboradores con la plataforma continuamente, para descubrir qué quieren los usuarios y maximizar el reconocimiento y el bienestar; además de anticipar las tendencias de consumo”.
SN