Complicada en la Justicia, Cristina Kirchner salió a buscar apoyos en el peronismo y logró la foto que pretendía: fue a la reunión del Consejo Provincial del PJ bonaerense y compartió el centro de la escena con el titular partidario, Máximo Kirchner, pero también Sergio Massa y el gobernador Axel Kicillof.
La cita fue este mediodía en Moreno, donde la intendenta local Mariel Fernández se encuentra enrolada en el cristinismo. Las fotos del encuentro tenían la intención de mostrar unidad del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Pero la cumbre no ocultó la tensión entre Cristina y su hijo Máximo con Kicillof.
De hecho, desde la comunicación del Instituto Patria (búnker cristinista) difundieron fotos de Cristina sonriendo con su hijo y con Massa, y con un Kicillof serio. Y hasta una donde se ve reír a Massa junto a la ex Presidenta y con la silla vacía de Kicillof.
La idea de la convocatoria del PJ bonaerense que preside Máximo Kirchner era la de mostrar armonía y un reencuentro de los máximos dirigentes del espectro, sumando a Sergio Massa, que en los hechos no pertenece al PJ sino que es el titular del Frente Renovador.
Para homenajearlo, Máximo propuso de inmediato que el Consejo del PJ bonaerense lleve el nombre del dirigente que falleció a los 86 años. Además, pidió un aplauso en su memoria.
El encuentro se extendió hasta pasadas las 16, con discursos de varios dirigentes sobre el escenario en los bloques legislativos, por cada sección electoral bonaerense, por las remas sindicales, femenima y juvenil, hasta que en el cierre hablaron Máximo Kirchner, Massa, Kicillof y Cristina.
«Todos queremos la unidad, pero tiene que haber una estrategia para enfrentar a Milei», planteó el gobernador bonaerense. Uno de los integrantes de su Gabinete presentes lo tradujo de manera más brutal: «No es unidad a las patadas en el culo».
«Vamos a reclamar las deudas y el ahorcamiento que le está haciendo a la Provincia y a acompañar a los sectores perjudicados. A poner en valor el esfuerzo de la Provincia para actuar como escudo y red. Mostrar que gobierna el peronismo en la provincia de Buenos Aires y que somos distintos», argumentó Kicillof, palabras más o menos, según reconstruyó uno de los presentes.
Como contó Clarín, una de las pujas abiertas entre el cristinismo y Kicillof será por el armado del cronograma electoral en la provincia. La Cámpora y otros dirigentes del sector de la ex presidenta rechazan de plano un eventual desdoblamiento de la elección para cargos provinciales y municipales, porque entienden que aun con la boleta única de papel para categorías nacionales igual habrá arrastre de la candidata a diputada nacional, más en el caso de que sea Cristina Kirchner.
«Fue un error desdoblar el año pasado», sentenció a modo de presión la ex presidenta en el cierre del encuentro. En el Instituto Patria ya habían cuestionado esa estrategia por parte de los gobrnadores peronistas, que habían separado los comicios y en varios casos perdieron. «Se hicieron los estrategas y nos quedaron cuatro gobernadores», plantearon en referencia a Kicillof, Ricardo Quintela, Sergio Ziliotto y Gildo Insfrán. Ya no cuentan a Raúl Jalil y tampoco a Osvado Jaldo, Gustavo Sáenz y Martín Llaryora.
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