El bonaerense Fernando Pumita Martínez, único campeón mundial argentino, volvió en silencio a Buenos Aires, el jueves último, tras su frustrada aventura pugilística en Japón. Pocos lo vieron, en el regreso, junto a su representante, el excampeón mundial Marcos Maidana, y su médico, Wálter Quintero. Mas allá de la cautela y los respetos por los tiempos informativos se supo que el desquite con el japonés Kazuto Ioka, excuádruple titular mundial, sigue en pie y se anunciará a la brevedad: para fines de febrero o primera quincena de marzo en el mismo escenario: el gimnasio comunal de Ota-city, en las adyacencias de la capital nipona.
La gran revancha está viva y se realizará bajo las mismas condiciones acordadas, aunque quizás haya perdido parte de la gran efervescencia que había despertado para el último día de 2024. El contagio de gripe A diagnosticado a Martínez, en un hospital de Tokio, no dio tiempo a una recuperación física óptima que le permitiese afrontar esta disputa en plenitud. Y pese a dimes y diretes, voluntades y presiones, el combate debió diferirse. Se intentó todo, hasta aumentar su paga para subir al ring dando ventajas. Pero finalmente primó la razón: el cuidado a un campeón preparado para ganar en el ring y no sólo cumplir con un suculento contrato.
Pumita comenzará a entrenarse el 15 de enero en Buenos Aires y se ignoran aún los pormenores de su futura concentración. La base de la preparación fue realizada en modo idóneo e intenso en Kendall, Florida, Estados Unidos, desde noviembre pasado. Habrá que evaluar qué merma corporal causó su enfermedad y de qué tipo de fortificación requerirá para recuperar su integridad.
Martínez, de 33 años y un récord de 33 peleas, con 27 victorias (11 KO) y 6 reveses, derrotó holgadamente por puntos a Ioka, de 35 años y que fue cuatro veces campeón en pesos diferentes, el 7 de julio pasado, en una contienda de alto calibre.
Ioka reclamó al promotor Kazuki Yoshino una oportunidad inmediata. Con el campeón que sea. Y hasta fue propuesto el costarricense David Jiménez, monarca interino supermosca (AMB), para reemplazar al argentino. Este ofrecimiento se descartó en el acto.
Ahora comienza un nuevo capítulo. Es la misma historia, pero con otros lineamientos. ¿Quién mantendrá mejor concentración después de tanto esfuerzo en vano? ¿Cuánto quedó y qué se perdió de los entrenamientos recientes? ¿Cuánto debilitó a Martínez su avanzado estado febril en Japón? ¿Cómo tomó anímicamente a Ioka, a los 35 años, el rearmado de una concentración intensa? ¿Quién tendrá mejor estrategia de mantenimiento en esta nueva etapa de preparación? La suma de todos estos factores son parte de un nuevo comentario previo de este match que comienza a gestarse a partir de hoy.
Martinez vs. Ioka II constituía el gran cierre pugilístico de temporada 2024 para el boxeo nacional y la posibilidad de encumbrar al Pumita hacia lo máximo en caso de victoria; en una pelea dura, difícil y comprometida pese al exitoso resultado anterior.
Ahora, se convertirá en el eje central de un atractivo primer trimestre boxístico. Potenciará hechos salientes como el intento del santafecino Mirco Cuello por el interinato pluma de la AMB frente al mexicano Cristian Oliva Barrera; la nueva chance mundialista del bonaerense Yamil Peralta por la corona crucero del CMB ante el polaco Michael Kieslak, o una tercera edición con el canadiense Ryan Rozicki, y la espera de la visa de trabajo para la catamarqueña Nazarena Romero para su debut en los Estados Unidos.
Martinez vs. Ioka II está resguardada. Habrá que esperar. Así de claro, de simple y de importante.
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