David Ramiro
Madrid, 12 ene (EFE).- El Rayo Vallecano ha completado la primera vuelta del campeonato liguero con 25 puntos, a nueve del descenso y a cinco de Europa, una ilusión para la afición pero de la que no quiere hablar su técnico, Iñigo Pérez, que ha definido un modelo concreto y reconocible de juego en el que no ha tenido cabida James Rodríguez, que no se ha adaptado a la dinámica del equipo madrileño.
El conjunto vallecano ha cerrado la primera vuelta del campeonato en un momento inmejorable, tanto de juego como de resultados, con siete partidos consecutivos -cinco de Liga y dos de Copa del Rey- sin perder y la moral afianzada para un segundo tramo de temporada que se prevé duro por la competitividad que existe.
En el Rayo calculan que la salvación estará en 40 puntos y para llegar a esa cifra el equipo madrileño solo necesita 15 en los diecinueve partidos que restan de campeonato en la segunda vuelta. Un objetivo realista y posible, sobre todo a tenor del buen rendimiento que están ofreciendo sobre el césped.
El equipo vallecano ha sido capaz de frenar al Real Madrid (3-3), Atlético de Madrid (1-1) y Villarreal (1-1) y ha ganado en estadios complicados como Anoeta frente a la Real Sociedad (1-2) o Mestalla, dónde el Valencia (0-1) no atraviesa su mejor momento.
Aún así, en el vestuario saben que hay aspectos que deben mejorar. El principal es la efectividad, sobre todo por parte de sus delanteros, ya que apenas han aportado goles. Sergio Camello ha marcado dos goles y Randy Nteka y Sergi Guardiola uno.
Capítulo aparte merece Raúl de Tomás, el fichaje más caro en la historia del club, que no ha debutado en Liga y desde hace semanas está desaparecido por una «enfermedad común». Incluso no se descarta que si llega una buena oferta en este mercado de invierno salga de la plantilla.
El que parece tener las horas contadas es James Rodríguez, que llegó al Rayo el pasado 26 de agosto tras ser elegido mejor jugador de la Copa América. Sin embargo, el colombiano no se ha adaptado al estilo de juego de Iñigo Pérez y, con apenas 203 minutos repartidos en siete partidos, solo uno como titular, está negociando su salida del club tras pasar más tiempo en el banquillo que sobre el césped.
La marcha de James podría provocar alguna llegada para el ataque del Rayo que dé un salto de calidad a la plantilla. Esa es la intención del club, que no se desmarca de la hoja de ruta que tiene y que pasa por llegar a los cuarenta puntos cuanto antes.
«Sueño con que estamos tres puntos más cerca del objetivo aunque estamos a cinco de Europa. Ojalá acabemos la temporada así pero no podemos despistarnos ni un solo segundo en enfocar el objetivo principal de este club», dijo Iñigo Pérez, en conferencia de prensa, tras el último partido ante el Celta.
De momento, lo más inminente es viajar a San Sebastián para medirse a la Real Sociedad en los octavos de final de la Copa del Rey. Una competición en la que tienen muchas ilusiones depositadas en poder llegar lejos sin renunciar a nada. EFE