Caminar por la icónica alfombra roja de los Globos de Oro es un sueño para muchos, pero para Karla Sofía Gascón fue una experiencia con matices diversos. En medio del bullicio de cámaras y entrevistas, admitió a INFOBAE MÉXICO que disfrutó vivirlo por primera vez aunque no se sintió muy confortable.
“No es algo cómodo, y tampoco fue de los días en los que yo me sentí más a gusto. Sin embargo, fue divertido, toda una experiencia porque estaba pendiente de vivirlo por primera vez”, señaló en entrevista con este medio.
La mezcla de emociones se combinó con la oportunidad de conectar con colegas admirados, haciendo del evento una ocasión inolvidable, afirmó la actriz española quien fue nominada por la película que estelariza: ‘Emilia Pérez’.
Este largometraje se estrenará el próximo 23 de enero en los cines mexicanos, luego de una gira de festivales alrededor del mundo y de recibir distinciones internacionales como la Palma de Oro en Cannes por mejor actriz.
Actualmente es una fuerte apuesta para la próxima edición del Oscar, mientras que en los Critics Choice Awards tiene 10 nominaciones y tiene tres para los Screen Actor Guild Awards.
Mientras que en los Golden Globes triunfó en cuatro estatuillas como: Mejor Película Musical o Comedia, Mejor Película de habla no inglesa, Mejor Actriz de Reparto (Zoé Saldaña) y Mejor Canción (“El Mal”).
Durante la gala, el director Jacques Audiard le cedió el micrófono a Gascón en un momento inesperado, cargado de significado. Sin planificarlo, decidió compartir su sentir: “Yo soy quien soy, no quien tú quieras”, expresó con el premio en la mano.
Emilia Pérez significa la aceptación de uno mismo, la aceptación de la sociedad, una esperanza. Es el reconocimiento al arte, a la creatividad, a la diversidad y a la emoción.
La verdad cuando me dieron la palabra, cuando me cedió el micrófono Jacques (Audiard), no tenía intención de hablar, entonces decidí platicar de lo que significa esta película para mí, de que todos nosotros somos lo que somos y no lo que los demás quieren que seamos, y que no podemos seguir dejando que los demás decidan sobre nuestros cuerpos, sobre lo que tenemos que hacer con ellos. Tenía una especie de sabor agridulce.
La verdad, por una alfombra tan grande, donde hay tantísimas, artistas y tantísimas personas que quieren hablar contigo, que quieren fotografiarte, no es algo cómodo, y tampoco fue de los días en los que yo me sentí más a gusto, pero en realidad fue divertido, todo una experiencia porque estaba pendiente de vivirlo por primera vez.
Al final todo es un juego, pero es muy hermoso, sobre todo porque la gente con la que te saludas es gente que tú admiras, que aprecias por sus trabajos y por lo que significan para ti.
Creo que es una película que conecta, con un hilo directo, las almas de los actores y las actrices que están en pantalla con las personas que están sentadas en las butacas de una sala de cine; es impresionante, nunca había visto algo tan hermoso, ese creo que es el éxito.