Volar es un placer y miles de personas en todo el mundo lo disfrutan a diario. Sin embargo, el mal comportamiento de algunos pasajeros irrumpe, cada tanto, para convertirse en noticia. Este fue el caso que se vivió en un vuelo que iba desde Denver a Houston, Texas, este martes por la noche. A solo 20 minutos del despegue, un pasajero fuera de sí empezó a comportarse de manera errática y rompió una ventanilla. Como era de esperar, el caos se apoderó del avión.
Al instante, los demás pasajeros reaccionaron: se abalanzaron sobre él, lo controlaron a la fuerza y lograron atarle manos y pies con los cordones de los zapatos.
Por su parte, el pasajero rebelde intenta con todas sus fuerzas librarse y lucha para que lo suelten, algo que jamás logra debido a que, al menos, otras cuatro personas lo contienen.
Según consignó el medio británico The Sun, el caos en el vuelo de la aerolínea Frontier Airlines se inició cuando el hombre empezó a pegarle al asiento frente a él antes de romper una ventana de una patada.
Las imágenes del momento posterior muestran la ventana con grietas que se extienden tanto a lo largo como a lo ancho. Además, como se puede ver, la zona que la rodea también quedó dañada y denota una marca de zapato.
De acuerdo con Victoria Clark, que estaba sentada en el asiento de adelante, lo que se vivió fue un viaje de terror: “Los asistentes de vuelo simplemente desaparecieron. Fueron a pedir ayuda, pero no sé a dónde fueron en ese momento. Éramos solo este hombre y yo, por lo que comencé a entrar en pánico, a tener un ataque de pánico”.
Desbordada por la situación, pidió ayuda a los gritos: “Lloré y comencé a gritar pidiendo ayuda: ‘¡Que alguien venga a ayudarnos, tengo miedo!’”.
Victoria, que volaba con su hijo de tres años, se vio obligada a moverse para escapar del ataque de ira y violencia. Sin embargo, lo peor estaba por venir: fue en ese momento que el hombre empezó a patear la ventana.
El pasajero estaba tan fuera de sí que fueron necesarios seis hombres para sujetarlo y permaneció inmovilizado durante el resto del vuelo de una hora y media.
Una vez que aterrizaron en Aeropuerto Intercontinental Bush a las 23:10 la policía lo detuvo y hasta se lo pudo ver atado a una silla de ruedas.
Cabe aclarar que los daños en la ventanilla en ningún momento pusieron en riesgo la seguridad del avión y que el vuelo, más allá del escándalo, se completó sin problemas.
De momento, la aerolínea no hizo comentarios al respecto y la policía de Houston tampoco reveló ni la identidad del hombre ni el motivo detrás de su arranque de furia.