El Papa Francisco aceptó la renuncia anticipada de monseñor Carlos María Domínguez como obispo de San Rafael, en la provincia de Mendoza, una diócesis que desde hace décadas está atravesada por la presencia de un clero muy conservador, resistente a los aires renovadores en la Iglesia, que obligó al Vaticano a cerrar en 2020 su concurrido seminario. Domínguez invocó «cuestiones personales».
Se trata de la segunda renuncia consecutiva anticipada de un obispo en la diócesis mendocina –tiene 59 años y podía haber seguido hasta los 75, según las normas eclesiásticas– tras la dimisión en 2022 de Eduardo Taussig, enfrentado con parte de los sacerdotes que resistían su indicación de dar la comunidad (la hostia consagrada) en la mano por razones sanitarias a raíz de la pandemia.
La noticia fue difundida simultáneamente por El Vaticano y la agencia informativa católica argentina AICA, que consignó que el pontífice designó como administrador apostólico de la diócesis -hasta tanto nombre definitivamente al reemplazante- a monseñor Marcelo Mazzitelli, actual obispo auxiliar de Mendoza, para continuar con la tarea religiosa.
Monseñor Domínguez, quien estuvo al frente de la diócesis durante tres años —uno como administrador apostólico y dos como obispo diocesano—, expresó en un comunicado su profundo dolor por esta decisión, la cual fue tomada por cuestiones personales.
«Intuyo la perplejidad que cause en todos ustedes esta noticia. Pero, créanme, esta decisión me causa un profundo dolor», expresó el prelado, quien destacó que durante su tiempo al frente de la diócesis, se entregó «con todo el corazón» al servicio pastoral.
En su mensaje, Domínguez agradeció además las constantes muestras de afecto y la oración de los fieles, y pidió perdón por las fallas que pudo haber tenido en su gestión.
«Los llevo a todos y a cada uno de ustedes en mi corazón: a mis hermanos sacerdotes, a los seminaristas, a los religiosos, religiosas y consagrados, a los laicos y a tantos que Dios puso en mi camino episcopal», afirmó.
También pidió oraciones por él, señalando que en estos momentos, «me hace mucha falta», y aseguró que él seguiría rezando por la diócesis. Además, le agradeció al Papa Francisco la confianza depositada en él.
La noticia de su renuncia causó gran impacto entre los fieles y la comunidad sanrafaelina, que valoraba su dedicación y cercanía, según destacó la agencia AICA.
Monseñor Domínguez encomendó a la diócesis a la protección de la Virgen de Lourdes y a San Rafael, mientras asegura que su amor por la diócesis se mantiene intacto.
Fuente: AICA