viernes, 21 febrero, 2025
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Marttein: «El lenguaje de la actuación va a tener para largo en mi música»

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El recurso visual complementa a la potencia del sonido del artista, que oscila entre el pop, el rock y hasta una cumbia – “AAA”-, entremezclados con la electrónica que mamó desde chico. Incluso se anima a un tango como “AMIGO”, uno de los más melancólicos del disco. Además, al proyecto se sumaron grandes voces como la de Dillom («LLAMALO»), Juana Rozas («CACHETAZO») y hasta la escritora Mariana Enríquez en «FUTURISTA».

Por otra parte, el proyecto Marttein no sólo lo involucra a Martín; desde la música aportan El Pepe (guitarra), Jeremy Flagelo (teclados y sintetizadores) y Colo Cano (producción y sonido en vivo). Además, la película estuvo bajo la dirección de José Fogwill y Clemente Bruzzone, mientras que Valentín Mutti se encargó del guion. En otra línea aparece Roma Trigo, profesora de actuación y performance de Olveira, y Juana Frontera, la vestuarista. En algún momento de la entrevista todos fueron nombrados, ya que Marttein entiende a esta tribu bajo el concepto que Brian Eno llamaba Scenius (en vez de Genius), que alude a la inteligencia y creatividad de todo un grupo de personas.

Este sábado, tiene en frente uno de los shows más importantes de su carrera, después de lo que fue el de Niceto Club en diciembre. En el Festival Buena Vibra, el rubio que le canta al fracaso buscará triunfar en el último horario de la grilla.

Periodista: El disco habla del fracaso y curiosamente tuvo éxito. ¿Por qué crees que resuena tanto en el público?

Marttein: Es re-interesante esa contraposición, cómo hablando del fracaso llegué a cierto nivel de éxito. Hay un montón de gente que se siente así, y el disco tiene un foco puesto en la juventud, en el vértigo de crecer, la presión de definirse, direccionarse, independizarse. Eso sumado al contexto y a la realidad que estamos viviendo puede ser muy abrumante. Y la historia del disco vuelve al mismo lugar, funciona como un bucle. Empieza en la casa de la madre y vos pensás que puede pasar cualquier cosa en la película. De hecho pasan un montón de situaciones re locas, pero vuelve siempre al mismo lugar, más destrozado y con la misma verdad.

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P.: En varias ocasiones mencionaste que el motivo detrás de MARTTEIN fue sentirse un peso para los demás. ¿Encontrás una suerte de solución catártica cuando haces música?

M.: Ahora tengo 23 y pasaron como 8 años de vivir tocando en antros, de habitar la noche, cuando lo que quería hacer era vivir de la música. Empecé a ver que los caminos se me cerraban y que lo único que hacía era laburar de cosas que no me gustaban, por lo que la primera frustración que empujó el disco fue la mía. Un poco mi forma de transitar esa sensación con tanto desgaste fue burlarme de mí mismo, y de lo que me estaba pasando escribir las letras que luego fueron al disco. Mis primeros trabajos sí fueron muy catárticos, y en este último mi forma de componer fue más humorística y chistosa. Ahí quise encontrar un sonido más pop y comencé a tener una forma de escribir más concisa, para decir la mayor cantidad de cosas en el menor espacio posible. Creo que si no hubiera tenido ese vómito eterno de palabras antes, quizás me quedaba con algo más para decir. Empecé a valorar esta cosa del pop, de poner en la gloria la claridad.

P.: “PARA AMARSE” es un claro ejemplo de lo que decís, una canción que dice: “Quizás no es un buen momento para amarse”.

M.: En muchos momentos de la historia hubo gente que postergó el amor por un contexto político, como un exilio, o cuando los putos y las lesbianas eran perseguidos. ¿Cómo amarse en un contexto así? Es una canción que habla del miedo al amor que también es muy histórica, pero que se volvió muy general y muy clavada en nuestra juventud.

P.: Te noto muy arraigado al contexto político y social que atraviesa el país. Respecto a la suspensión del show de Milo J en la Ex ESMA y las críticas de los artistas al Gobierno en el Cosquín Rock, ¿Qué ves de este choque tan fuerte entre la cultura y la política?

M.: Es terrible. Siento que Argentina ya vivió las censuras y la persecución, es como ir para atrás en la historia. También el presidente peleándose con una artista es una forma de distraernos y generar basura de internet. Poner un camión lleno de policías delante de un lugar como la Ex ESMA para ir a reprimir adolescentes, que van a escuchar la música que les gusta de un artista que les conmueve, es horrible.

P.: Por otra parte, hoy en día se le pide a cualquier artista que se pronuncie sobre temas políticos. Un caso que resonó fue el de Emilia, cuando en una entrevista se negó a hablar de los recortes a la cultura por parte de Javier Milei

M.: Muchos de nuestros ídolos e ídolas del país fueron un grupo de resistencia y compañía para la gente, entonces hay una gran historia en ese vínculo entre la cultura y la política. A veces me piden que me pronuncie y la verdad que me molesta, ¿viste? Hago mi música y creo que ahí ya está todo dicho. Creo también que estamos viviendo un momento en el que pronunciarse es como censurarse, porque hay todo un aparato que está preparado para que cuando hables, te etiqueten de algo. Es todo muy blanco y negro. Creo que lo mejor es poder abrazar las diferencias y tener una conversación. Si no es como la disolución de la sociedad y eso es un poco lo que está pasando. Hay que volver a poner en valor la expresión artística de las inquietudes políticas o las ideologías.

P.: La nostalgia está muy presente en MARTTEIN; la estética remite a los 70’, la película se inspiró en el nuevo cine argentino de los 90’ y hasta haces uso del lunfardo en varias de las canciones. Sin embargo, al disco se lo escucha fresco y actual. ¿Cómo te atravesó la nostalgia en este proceso?

M.: Nosotros lo llamamos retro-futurista, porque tiene algo que tira para el pasado y otra cosa que tira para el futuro. A la vez, nace de un caos de influencias, y la idea fue tratar de unir todo y generar una especie de punto extraño temporal.

P.: Se viene la presentación en el Festival Buena Vibra. ¿Cómo preparás el show teniendo en cuenta que es una vidriera para los artistas?

M.: Va a tener un concepto distinto al de los anteriores y se titulará “El Show Bolichero de Marttein”. El show es a la 1 de la mañana en el escenario alternativo, por lo que el horario nos convocó a poner más el foco en el costado rave o electrónico. Encima después de los Kuryaki, así que tiene un peso importante. Van a haber nuevos números de actuación, siguiendo con la teatralidad del disco, y queremos que sea bien enérgico.

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P.: También estás armando tu nuevo proyecto, un EP que se va a llamar Espectacular. ¿Qué nos podés adelantar?

M.: Primero vamos a tener unos lanzamientos en forma de sencillos para después presentar el proyecto global.

P.: Y con respecto a tu disco homónimo, que abarca varias disciplinas artísticas, ¿van a intentar correrse de ese foco o a insistir con el concepto?

M.: Hicimos el disco homónimo que es super ambicioso, y fue bastante milagroso que lo pudiéramos lograr con los recursos que teníamos. Ya de por sí en lo musical tenemos una inquietud muy visual y creo que ahora que este lenguaje de la actuación va a tener para largo en el proyecto. Los desafíos siguientes van a estar con la actuación y lo narrativo. De hecho, el próximo EP va a tener eso.

P.: ¿El Rubio va a morir en algún momento?

M.: Es re loco porque de repente es un personaje que está super armado y tiene mucha más vida. Quizás en el futuro empezará a coexistir con otros personajes, al estilo de David Bowie. Lo que puede esperar la gente que escucha mi música o que ve lo visual es que va a ser muy camaleónico. En este momento estamos haciendo este proyecto cuyo relato no está muy acercado a mi realidad, es mucho más fantasioso. Me gusta eso porque El Rubio es una síntesis de mi, y me divierte irme al otro extremo.

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