Josh Wingrove y Skylar Woodhouse
El presidente Donald Trump dijo que se completó un marco comercial con China, por el que Pekín suministrará tierras raras e imanes “por adelantado” y Estados Unidos permitirá el ingreso de estudiantes chinos a sus universidades.
EE.UU. y China mantendrán los aranceles en sus actuales niveles más bajos, después de las negociaciones celebradas entre ambos países esta semana en Londres, declaró Trump el miércoles. Indicó que el presidente chino Xi Jinping y él aún deben dar su aprobación formal al acuerdo.
Estados Unidos analiza mantener aranceles de Trump en apelación
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Trump habló del acuerdo comercial con China
“NUESTRO ACUERDO CON CHINA ESTÁ CERRADO, SUJETO A LA APROBACIÓN FINAL DEL PRESIDENTE XI Y MÍA”, publicó Trump en redes sociales. “ESTAMOS OBTENIENDO UN TOTAL DE ARANCELES DEL 55%, Y CHINA DEL 10%. ¡LA RELACIÓN ES EXCELENTE!”.
Los comentarios de Trump generaron nuevas dudas sobre los términos del pacto alcanzado el martes en Londres. Los mercados reaccionaron con incertidumbre, y los futuros estadounidenses borraron brevemente sus pérdidas antes de volver a caer.
En una publicación posterior, Trump afirmó que Xi y él “van a trabajar en estrecha colaboración para abrir China al comercio estadounidense. ¡Sería una gran victoria para ambos países!”.
Su publicación sugiere que China podría tener que reanudar los envíos de tierras raras antes de que EE.UU. acepte reducir los controles a la exportación de tecnologías clave. Además, sus comentarios dejaron dudas sobre si Pekín podría negociar aranceles aún más bajos.
En qué consistiría el acuerdo EE.UU.-China
La cifra publicada por Trump incluye un arancel básico del 10%, una tasa del 20% vinculada al tráfico de fentanilo y aproximadamente un 25% procedente de gravámenes preexistentes de su primer mandato, así como los aranceles de nación más favorecida, según un funcionario de la Casa Blanca, aunque el total exacto sigue sin estar claro.
El Ministerio de Comercio de China no respondió de inmediato a solicitudes de comentarios.
EE.UU. y China llegaron a un acuerdo el martes, tras las maratónicas negociaciones para implementar los términos de la tregua arancelaria alcanzada el mes pasado en Ginebra. El plan tranquilizó a los inversionistas, quienes temían que las recientes tensiones se descontrolaran y reavivaran una guerra comercial abierta entre las dos mayores economías del mundo.
No obstante, los detalles del acuerdo eran escasos al término de las conversaciones la noche del martes y Trump se apresuró a llenar el vacío.
“China suministrará, por adelantado, todos los imanes y las tierras raras necesarias”, aseguró Trump en su publicación. “Asimismo, le proporcionaremos a China lo que se acordó, incluido que los estudiantes chinos utilicen nuestras universidades (¡lo cual siempre me ha parecido bien!)”.
La poderosa arma de China en su pelea con EE.UU.
En virtud del pacto, el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, dijo el martes que China se comprometió a acelerar los envíos de tierras raras fundamentales para las empresas automovilísticas y de defensa estadounidenses, mientras que Washington flexibilizará algunos de sus propios controles a la exportación. Sin embargo, los comentarios de Trump indican que cree que Pekín tendría que dar el primer paso.
El acuerdo de Ginebra incluía una pausa de 90 días en los altísimos aranceles que ambos países habían impuesto a las importaciones del otro, lo que constituía un embargo comercial de facto. No está claro si ese plazo, que expira en agosto, sigue en vigor y si ambas partes podrían aprovechar el tiempo para reducir aún más los impuestos a la importación.
La reciente ronda de conversaciones tampoco contribuyó a resolver cuestiones fundamentales, como el enorme superávit comercial de China con EE.UU. y la creencia de Washington de que Pekín está inundando sus mercados con productos a precios de dumping.
El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, dijo el martes que no hay más reuniones programadas, aunque señaló que las partes mantienen conversaciones frecuentes. El principal negociador comercial de China, Li Chenggang, se expresó en términos similares y declaró a los periodistas el martes que “esperamos que los avances logrados contribuyan a fomentar la confianza”.