Cuarenta y ocho horas después de que Clarín informara que la Casa Patria Grande Néstor Kirchner cambiará de nombre, su responsable pegó un portazo obligado.
Se trata de Marcelo Basilotta, un colaborador de extrema confianza de la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, quien precisamente tenía su despacho principal en la vieja casona ubicada en Carlos Pellegrini y Juncal, en el barrio de Retiro, que llevaba el nombre del ex presidente y gobernador de Santa Cruz.
El ex presidente del Concejo Deliberante de General Rodríguez todavía no volverá a su banca en su pago chico, donde se había pedido licencia. Con pasado reciente en JxC y uno no tan lejano en el kirchnerismo y en el massismo, todavía no sabe qué intereses representará en su distrito a partir de ahora.
Como adelantó este diario, Basilotta -que fue nombrado como director en febrero al frente de la Casa Patria Grande Néstor Kirchner– y en los últimos días ordenó colocar una placa con el nombre nuevo del edificio: Casa Patria Libertad. El decreto para que la casona cambie de nombre todavía no se publicó. Javier Milei, en Instagram, celebró la noticia con una captura de la información y la leyenda: «VIVA LA LIBERTAD CARAJO».
En Capital Humano insinuaron que el cambio de nombre del ente -cuyas funciones no fueron actualizadas- es una orden del mandatario. «Es una decisión de más arriba, no de Pettovello. Si el Presidente quiere que la casa cambie de nombre, ella lo acepta», señalaron en la Cartera de Capital Humano.
Cuando la noticia del cambio de nombre tomó estado público, Basilotta borró una publicación de enero de sus redes sociales con el logotipo del organismo. «Renunció, porque no quiere que la ministra tenga ningún problema«, explicaron allegados del flamante ex funcionario.
Aunque en el superministerio enfatizaron que Basilotta tenía un cargo «menor» y «decorativo», además del detalle que Pettovello decidiera mudar su despacho a la casona de Retiro, la super ministra y el ex funcionario son parientes políticos como reveló el portal Data Clave, es sobrina política de Hugo Basilotta -hermano de Marcelo- y cara visible de la compañía de alfajores Guaymallén, que fundó el abuelo de la ministra.
La cercanía entre Pettovello y Basilotta, sin embargo, no es solo familiar. Viven, casa de por medio, en el mismo country de Moreno. El ex funcionario esperaba ser nombrado como un coordinador de Acción Política de la cartera para coordinar las áreas de Trabajo, Educación y Desarrollo Social, pero el cargo nunca se efectivizó y en lo formal quedó apenas como director de la casona. «Era el operador político de Sandra, pero le quedó grande«, señaló un dirigente del PRO que lo conoce y que destaca que Basilotta llegó a JxC como parte del combo del intendente del distrito Darío Kubar, ex jefe político del ex funcionario.
En la práctica, Basilotta funcionaba como una suerte de supervisor de los equipos de Pettovello que buscan inconsistencias de la gestión anterior para hacer denuncias. «La ministra tiene una división anticorrupción y todas las semanas se instala en un piso nuevo. Y hace unos quilombos de novela, ustedes ya lo estarán viendo», señaló semanas atrás Javier Milei.
Los colaboradores del funcionario saliente apuntaron que su salida no tuvo que ver con la supuesta autonomía con la que se había manejado ni con la llegada de un equipo sin experiencia de jóvenes procedentes de su distrito del que dio cuenta C5N. «Fueron por Marcelo para pegarle a Sandra. Había abogados de experiencia. Hubo gente que no se bancaba que estuviera ahí. Se tocaron muchos rincones oscuros y este es el vuelto. Sacarle el nombre Kirchner a la Casa también fue un punto de inflexión», dijeron.
En Capital Humano insistieron en que Basilotta había presentado su renuncia hace varios días y que no pisaba el edificio de Retiro. Clarín pudo saber que la renuncia se efectivizó este jueves, aunque todavía no se publicó en el Boletín Oficial. En la vieja casona de Retiro, cara a cara, Pettovello le pidió su amigo que no se fuera y barajó la posibilidad de salir a refutar el informe. El ex funcionario ya había enviado una nota de renuncia «indeclinable» dirigida al Presidente y a la ministra, en la que adujo «cuestiones de índole personal».
La salida de Basilotta se suma a una seguidilla de renuncias sensibles que afectaron el organigrama de Capital Humano como la del secretario de Trabajo Omar Yasin, semanas atrás, y el del subsecretario del área Horacio Pitrau.
A principios de marzo se habían ido Rodrigo Aybar -hombre del intendente de 3 de Febrero Diego Valenzuela– a cargo del Potenciar Trabajo; Pablo Rodrigué, ex subsecretario de Políticas Sociales, y Agustín Sánchez Sorondo, exdirector administrativo; todos con pasado en el PRO. El secretario de Niñez y Familia Pablo de la Torre (virtual Cartera de de Desarrollo Social) también estuvo a punto de dar un portazo.