Tras emitir despacho del plenario de comisiones, la Cámara de Diputados está lista para tratar entre lunes y martes la Ley Bases y el paquete fiscal, y en principio el Gobierno tendría asegurado los votos para la aprobación en general, aunque se abren algunos interrogantes respecto de la votación en particular por distintas diferencias y planteos que la oposición llevará al recinto.
Si la propuesta consensuada entre el oficialismo y los dialoguistas supera este primer test, pasará al Senado, donde Victoria Villarruel tendrá un ajustado cronograma para darle la sanción definitiva a ambas normas antes del 25 de mayo, la fecha fijada por Javier Milei para firmar un pacto con los gobernadores, un acuerdo «fundacional» de 10 puntos.
En rigor son tres semanas que le quedarían a la vicepresidenta comenzando el 8 de mayo, en la que seguramente buscará avanzar con una reunión informativa para una semana después intentar emitir dictamen y llegar al recinto entre el 22 y 23 de mayo. Así el Presidente podrá llevar ambas leyes a la reunión que tiene agendada con los mandatarios provinciales para el 25 en Córdoba.
Se viene el sprint final de la Ley Bases en Diputados
Está claro que antes de llegar al Senado, la Ley Bases y el paquete fiscal deben pasar por el recinto de Diputados, donde hasta el momento el oficialismo obtuvo el acompañamiento de su principal aliado, el PRO; otros bloques minoritarios que ya son socios de los libertarios; y los representantes de Innovación Federal.
Con algunas disidencias, la propuesta del Gobierno también sumó a las adhesiones de la Unión Cívica Radical y Hacemos Coalición Federal. Tal cómo protestó Cristian Ritondo, jefe del macrismo, tanto el radicalismo como el bloque que encabeza Miguel Angel Pichetto llegan con diferencias internas por lo que no garantizan que vayan a aportar todos los votos, sobre todo en un momento de fuerte tensión política.
Pero como dijo el cordobés Oscar Agost Carreño ahora la misión es «sacarle el Twitter al Presidente» para que no vuelva a tensar la soga en la débil relación que la oposición mantiene con el Gobierno y así finalmente avanzar con las leyes que reclama y -siempre como apuntó el diputado de Hacemos- «se ponga a gobernar».
Por ahora, el poroteo previo le da margen al Gobierno para la aprobación en general de la ley. Tal como ocurrió en febrero cuando cosechó 144 votos, en este segundo intento estará entre ese número y 150 votos. Sólo entre La Libertad Avanza (38), el PRO (37) y un puñado de bloques minoritarios, entre los que están el MID de Oscar Zago, los tucumanos que responden al gobernador al gobernador Osvaldo Jaldo, el espacio de Carolina Píparo y otros provinciales, tiene asegurados unos 90 votos.
El radicalismo, que tiene 34 diputados y conduce el cordobés Rodrigo De Loredo, dio muestras de querer darle las primeras leyes al Gobierno para garantizar la gobernabilidad. Pero en la discusión en comisión, Fernando Carbajal y Pablo Juliano, que responden a Facundo Manes, no firmaron ningún dictamen, tal como lo hicieron en la versión anterior de la ley ómnibus.
Esto abre al menos algún interrogante sobre la posición que adoptará este sector, sobre todo teniendo en cuenta que en el primer intento el neurocientífico votó en contra junto a Juliano. La situación es que ahora el espacio agrupa a 9 legisladores y eso se puede sentir en el resultado final.
A esto se agrega que el sector de Evolución, que tiene como referente a Martín Lousteau, firmó en disidencia el dictamen de mayoría ya que cuestiona una facultad delegada que le permite al Gobierno la disolución de organismos del Estado, pero también reclaman un mayor control del Congreso sobre el plan de privatizaciones y piden que se amplíe a las Pymes el régimen de inversiones RIGI. Estos puntos serán planteados cuando se discuta la ley en el recinto.
Entre el sector de Manes y Evolución suman 14 votos, lo que indica que en el peor de los escenarios, el radicalismo de De Loredo le aportará 20 votos a los 90 del oficialismo.
Por su parte, Hacemos, que tuvo una fuerte intervención en la definición de la Ley Bases al torcer la mano al Gobierno y modificar la reforma laboral, llega con algunas dudas. El bloque de Pichetto tiene 22 diputados, pero al menos 3 de sus miembros ya anticiparon su voto en contra, tal como se dio en el primer intento.
Los socialistas Mónica Fein y Esteban Paulón, junto a la cordobesa Natalia De la Sota, van a rechazar tanto la ley ómnibus como el paquete fiscal aunque están dispuestos a apoyar algunos artículos de ambas propuestas. «Bienes Personales y Ganancias, así como están no los podemos aprobar», fundamentó Fein en diálogo con Clarín.
De esta manera, el oficialismo se acercaría al quórum al contar con el apoyo de 128 diputados. A ellos se agregan los 8 representantes de Innovación Federal, el bloque que preside Pamela Calletti y reúne a los legisladores de Salta, Misiones y Río Negro. Ellos firmaron el dictamen de mayoría en disidencia porque reclaman que se vuelva a incorporar el capítulo del tabaco, algo que insistirán en el recinto.
Una de las incógnitas está centrada en los dos representantes de Santa Cruz que responden al gobernador Claudio Vidal. Al parecer se repetiría lo ocurrido en febrero cuando Sergio Acevedo -criticó la de ley del Gobierno- votó en contra y José Luis Garrido lo hizo por la positiva.
Unión por la Patria y la izquierda votarán en contra
Por su parte, el bloque de Unión por la Patria (UxP) emitió dictamen de rechazo a la Ley Bases y ratificó su oposición a la delegación de facultades, la reforma laboral y todo el paquete de medidas que se incluyeron en ese proyecto.
Pero también hubo cuestionamientos al paquete fiscal no sólo por el impacto que tendrán la eliminación del Monotributo social y la reversión del impuesto a las Ganancias, como apuntó Victoria Tolosa Paz, sino también por el beneficio que se otorga a los sectores de mayores recursos con la modificaciones de Bienes Personales.
El Frente de Izquierda también expresó su rechazo a ambas propuesta por lo que entre ambos sectores juntarían 104 votos, que si se suman a los 3 de Hacemos estarían en 107. Vale recordar que en febrero la propuesta tuvo 109 votos en contra.