La canciller Diana Mondino dio a entender que Beijing quiere conocer la utilización que se le da a esos montos:“Están preocupados”, indicó. Las críticas a la gestión de Alberto Fernández.
Tras intentar dejar atrás la polémica por su frase sobre los chinos, Diana Mondino dio detalles sobre la negociación con Beijing para renegociar los vencimientos del swap de monedas, uno de los focos principales del viaje de la canciller al gigante asiático.
En viaje desde Francia a Bélgica, Mondino no confirmó si logró renegociar al menos una parte de los US$5000 millones del swap, que vencen en cuotas desde junio: dijo que esa cuestión “quedó por verse”. La funcionaria justificó que la administración de Xi Jinping “está preocupada” por el uso que la Argentina le da a esos fondos y marcó que lo que pasará de ahora en más depende de que cumplan con las obligaciones del acuerdo.
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“No son cosas de pedir más dinero: si el deudor paga, le ofrecen más. Si no paga, ¿quién le va a ofrecer? Si cumplimos con nuestra parte, es probable que del otro lado quieran mantener una buena relación. Están preocupados porque, desde julio, ese dinero se usó para otra cosa”, explicó Mondino, en declaraciones en radio Mitre.
Con críticas a la administración de Alberto Fernández, agregó: “El swap está hecho para ayudar en el comercio y, sobre todo en los últimos meses, desde julio, había sido utilizado con otros fines que no estaban en el contrato, entonces había interés del lado del gobierno chino en entender cómo era el sistema, para qué y cómo se usó”.
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“Están preocupados por si va a continuar así o si vamos a volver a la situación original, que es la intención. Estamos ordenando”, sumó, sin mayores detalles.
La funcionaria recordó que el swap de monedas con China tiene más de dos décadas y que implica no solo aspectos económicos y financieros, sino también geopolíticos: “El interés estaba en saber ‘qué quieren en el futuro’. Contestamos que necesitamos cumplir con lo que está escrito en el contrato, es lo que queremos hacer en general”.
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La canciller Diana buscó además aclarar su polémica frase sobre los chinos de la base en Neuquén y afirmó que cuando dijo “son chinos, son todos iguales” se refería a que “eran todos civiles”. La ministra de Relaciones Exteriores sostuvo que “de ninguna manera” fue su intención discriminar y afirmó que las declaraciones que hizo en una entrevista en París “fueron abiertamente malinterpretadas” y que “faltó parte de la frase” que pronunció.
“Son todos iguales los que participaron, son todos civiles”, es lo que supuestamente dijo, o quiso decir. “Destaqué la naturaleza civil del personal, de que no había uniformes (militares)”, insistió. “Yo me refiero a que no había nadie uniformado”, reiteró.
“Los que fueron de investigación no identificaron que hubiera personal militar. Son chinos, son todos iguales”, fue la declaración que publicó el diario Clarín y que prometía generar nuevos cruces en las ya complicadas relaciones con China tras el giro del gobierno de Milei hacia Estados Unidos.