11/02/2025 21:48hs.
La cabeza en la copa. O mejor dicho, en la Recopa… Racing sabe que el partido de ida con Botafogo está ahí nomás (el 20 juega en Avellaneda y la vuelta será el 27 en Río de Janeiro) y encima desde que arrancó el año viene padeciendo bajas por lesiones. Entonces, con tres triunfos en el bolsillo, Gustavo Costas decidió ir a Victoria con un equipo 99% alternativo, dejando en claro que la ilusión de sumar otra estrella internacional mata la competición local, pero no contó con que un traspié complicaría todo cuando ni siquiera iban cinco minutos de partido…
Es que el Matador aprovechó la primera que tuvo y obligó a la Academia a sobreponerse no sólo al resultado adverso sino también a asimilar el error propio. Es que el gol de Jabes Saralegui fue producto de una mala salida del fondo: Matías Zaracho quiso enganchar, la perdió y el volante con pasado en Boca metió el puntazo desde el borde del área, bien esquinado e imposible para Facundo Cambeses.
En el juego hubo intensidad y presión por parte de los dos equipos, pero los espacios no sobraban y entonces las chances de peligro no sobraron. Eso sí, sin dudas el que mejor supo entender por dónde lastimar a su rival fue el local. Con las trepadas de los laterales y de los volantes por afuera, aprovechó la línea de tres en el fondo que plantó Racing para encontrar huecos que le permitieran desbordar y tirar centros para un Nacho Russo que, en la primera que tuvo, lo hizo lucirse al arquero para impedir el segundo.
Y no solo eso, porque el planteo del equipo de Dabove generó que Racing no pueda lastimar tanto por las bandas. Facundo Mura casi ni subió y Nacho Rodríguez se las ingenió un poco más, pero sin lograr claridad. Así, Balboa quedó aislado, Salas fue una continuidad de arrebatos solitarios y Zaracho y Baltasar Rodríguez, los encargados de generar juego, estuvieron inconexos. La Acadé tenía más la pelota, pasaba más tiempo en campo rival pero al arquero Zenobio no le hacía ni cosquillas…
De hecho, lo poco de peligro que pudo generar el visitante fue justamente con intentos de Baltasar Rodríguez, quien en la primera mitad aprovechó una contra y terminó definiendo a algunos metros del palo izquierdo y en el inicio del complemento intentó una chilena que le salió con poca dirección. Después, poco y nada.
Incluso, si Tigre no pudo aumentar la ventaja fue porque Russo no tuvo suerte, los volantes que llegaron a zona de remate de media distancia no tuvieron puntería y porque Cambeses se encargó, con tres o cuatro atajadas clave, de cuidar lo más que pudo su arco. Y lo logró…
Recién en el final se vio algo de reacción de Racing, que empezó a aprovechar el cansancio de su rival y que, ya con varios de los habituales titulares en cancha, empezó a encontrar algunos de los caminos que en buena parte del partido los tenía completamente anegados.
La mejor prueba de que los cambios de Costas hicieron efecto en la segunda mitad fue que la más clarita Racing la tuvo casi en el final y con los que entraron como protagonistas. Martirena leyó uno de los pocos desajustes que tuvo el fondo del rival y metió un buen cambio de frente para Solari, que hizo la pausa hasta encontrar el espacio y se la cedió a Nacho Rodríguez, que metió el centro de primera para Vietto, que, de cabeza, no consiguió vencer a Zenobio.
Tigre terminó ganando un triunfo más que merecido porque entendió mejor el partido que su rival, se trepó a la parte alta de la tabla y dejó en claro que quiere hacer de su cancha una fortaleza, ya que las tres victorias que suma en el Apertura fueron en Victoria. Racing, en cambio, le corrió el foco al torneo para tratar de llegar lo más descansado posible a la Recopa… Pero a Costas de qué.
Mirá también
Posiciones del torneo Apertura: Estudiantes, puntero de la Zona A
Mirá también
El ex Boca que le marcó un gol a Racing en cuatro minutos
Mirá también