Luego de la primera semana -aunque con dos días hábiles menos- del nuevo esquema cambiario, Pablo Repetto, Jefe de Research de Aurum Valores, asegura que al mercado lo tomó por sorpresa la decisión del Gobierno respecto de la flexibilización del cepo y el diseño de una banda “bien amplia”. Sin embargo, considera que “dado el contexto fiscal y monetario”, el tipo de cambio oscilará en torno a la zona central de la banda, y no tocará la punta de $1.400 en el corto plazo.
A su vez, el especialista señala que este modelo ya no apunta a una dolarización, como inicialmente había planteado el presidente Javier Milei, sino que el equipo económico parecería haber optado por una competencia de monedas, similar a lo que se ve en Uruguay y Perú.
De todos modos, atendiendo a la intención del equipo económico de bajar la inflación por sobre acumular reservas, Repetto advierte: “No acumular reservas en forma significativa pudiendo hacerlo en una época tan apropiada como en el segundo trimestre, apreciando excesivamente el peso, luce bastante temerario”.
Periodista: ¿Cómo se explica qué durante los primeros tres días del nuevo esquema cambiario el dólar finalmente no alcanzó los $1.400 y operó por debajo de las estimaciones de mercado?
Pablo Repetto: Fue sorpresivo que tomaran la decisión de diseñar una banda bien amplia, que se flexibilizase de manera muy significativa el cepo y que se lograse un desembolso tan importante. La combinación de esos factores, sumado a lo que decidió el BCRA el martes sobre el ingreso de divisas financieras, influyeron para dar tranquilidad al mercado cambiario. De todos modos no nos parece que el consenso del mercado fuera que se vaya a la parte alta de la banda. En general uno esperaría que dado el contexto fiscal y monetario y la necesidad de evitar déficits de la cuenta corriente, el tipo de cambio oscile en torno a la zona central de la banda.
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Tras la salida del cepo cambiario para personas humanas, el foco se pone en la acumulación de reservas para enfrentar un segundo semestre electoral.
P.: ¿Cuál considera que es el tipo de cambio de equilibrio?
P.R.: Es difícil definir el tipo de cambio real de equilibro, pero una buena guía puede ser el informe del staff del FMI que en su balance de riesgos señala que el tipo de cambio real consistente con una cuenta corriente equilibrada (y considerando la fragilidad de la situación de reservas) estaría en torno al 20% por encima del valor real previo al acuerdo.
P.: ¿Por qué apostar esta vez al ingreso de capitales extranjeros (según el último comunicado del BCRA), considerando la última experiencia macrista?
P.R.: Es lógico que en la medida que se quiera ir liberando el mercado cambiario se vayan autorizando ingresos de capitales financieros. La salvaguarda de mantener los montos ingresados por 6 meses modera los riesgos de manera bastante más importante que en el pasado. Además creemos que la posibilidad de que Argentina sea considerado mercado emergente, que permite a las acciones argentinas formar parte de los índices más importantes, dependía de esa flexibilidad. Por lo tanto es una decisión en la dirección correcta si el mercado argentino quiere ir normalizándose.
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Ámbito
P.: En esta nueva etapa, ¿cómo definiría el plan económico del Gobierno? ¿Sigue apuntando a una dolarización?
P.R.: Las señales del Gobierno y lo que se desprende del acuerdo con el FMI parecen dar cuenta de que lo que se buscaría es una competencia de monedas más que una dolarización. Un esquema más similar a los que se ven en Uruguay y Perú, ambos casi son los que se mencionan en varios de los reportes del staff del FMI en los últimos tiempos, e inclusive en algunas declaraciones de funcionarios del Gobierno.
Meta de inflación versus meta de reservas
P.: Hay economistas que estiman que la inflación de abril, contra todo pronóstico, podría posicionarse por debajo de la de marzo. ¿Está viendo lo mismo?
P.R.: Es temprano aún para poder mensurar con mayor certeza el impacto sobre precios del ajuste del tipo de cambio. En principio han habido efectos en varios rubros y por otro lado hace meses que los precios de servicios (que podrían estar menos afectados por el efecto cambiario) van a un ritmo que está persistentemente arriba del 3%. En este contexto es que parecería difícil que la inflación de abril esté debajo del 3,5%.
P.: El Gobierno mencionó que la prioridad era bajar la inflación y no comprar reservas, al menos en el corto plazo. Sin embargo, para julio hay un desembolso del FMI que se otorgaría contra reservas. ¿Cómo se podría solucionar esta inconsistencia?
P.R.: En parte la acumulación de reservas que está señalada como meta podría provenir de desembolsos de préstamos de otros organismos. La meta de reservas se corrige al alza o a la baja según se obtengan mayores o menores préstamos sobre un límite prefijado. Eso ayudaría a requerir menos cantidad de acumulación de reservas. Sin embargo, creemos que no acumular reservas en forma significativa pudiendo hacerlo en una época tan apropiada como en el segundo trimestre, apreciando excesivamente el peso, luce bastante temerario pensando en la importancia que tiene la acumulación de reservas para conseguir bajar fuerte el riesgo país. Además de que en cualquier métrica de reservas adecuadas la situación argentina es muy precaria.